ONUSIDA, el órgano de las Naciones Unidas responsable
de la coordinación de esfuerzos de la Naciones Unidas para luchar contra la
pandemia del VIH/SIDA, calcula que 5.3 millones de sudafricanos de todas las
edades se infectaron con el VIH a finales de 2003.
Los análisis de ONUSIDA acerca de las muertes entre
1999 y 2003 entre los electores registrados en el padrón electoral, reforzaron
el argumento de que los sectores críticos de electores en Sudáfrica están
muriendo de SIDA. En conjunto, entre 1999 y 2003 cerca de 1,5 millones de
electores registrados en Sudáfrica murieron de diversas causas.
El informe sostiene que los inusuales perfiles de
mortalidad en el electorado en gran medida se explican por el SIDA. Este
argumento se basa en la fuerte correspondencia encontrada entre los perfiles
que el análisis generó y los que han sido descritos por los expertos demógrafos
en el campo del VIH/SIDA, así como sobre la base del informe de los análisis
estadísticos (Ibíd.: 15).
Con un inicio de la epidemia en los comienzos de 1990,
es sólo recientemente que Sudáfrica ha entrado a una fase donde los efectos
devastadores se volverán cada vez evidentes y dolorosos en términos de un
incremento agudo en los niveles de enfermedad y mortalidad relativos al SIDA.
Esto es, a menos que una campaña de tratamiento extensiva y rápida pueda
efectivamente detener este trágico desenvolvimiento.