Las elecciones son una potente herramienta para disminuir los conflictos y crear los medios para encontrar soluciones negociadas. En tanto que una elección es un medio pacífico que busca resolver entre otras cosas las divisiones sociales, políticas, étnicas, religiosas y económicas, es un periodo en el que aumentan las tensiones.
La seguridad es dominante en este proceso y pueden afectar tanto la legitimidad real como la percepción de los resultados de las elecciones. Un ambiente seguro con bases equitativas para los participantes en las elecciones es fundamental para asegurar su compromiso en el proceso, y por extensión, es el objetivo de una elección en sí misma.
Si una elección motiva o no que un conflicto salga de la violencia, o genera conflicto, está fuertemente influenciado por la integración de prácticas y políticas de seguridad efectivas, dentro del proceso electoral.