En esta sección, examinamos cuatro aspectos de la legislación electoral que pertenecen al papel que juegan los medios de comunicación en las elecciones.
La primera dimensión se refiere a los criterios para asignar tiempo libre de transmisión o espacio de libre publicidad a los partidos políticos. Se aplican muchos y distintos criterios, como el del número de candidatos que contienden en una elección, los resultados de las elecciones anteriores, así como el tamaño del caucus legislativo. En pocos casos un comité especial se encarga de esta tarea. Aunque el enfoque más frecuente, utilizado en 64 países, es asignar tiempo igualitario a todos los partidos. Esta situación se encuentra en el 55% de los casos de que se tiene información.
Las variaciones en las distintas regiones en la propensión a elegir un principio de igualdad son mínimas. Curiosamente, la clausula de igualdad no es más popular en los países más democráticos. Es, sin embargo, de alguna manera menos frecuente en las excolonias francesas e inglesas.
El segundo aspecto tiene que ver con la publicidad pagada. En sólo 24 (18%) de los 133 países de los que se tiene información disponible (se debe tener en cuenta que en muchos países no se permite la publicidad pagada) se establece un límite a la propaganda. La única región en donde los límites son frecuentes es el continente Americano, en donde existen en casi la mitad de los casos. Ninguna de las excolonias británicas ha establecido límites específicos sobre propaganda (notar que puede haber límites sobre el gasto total, el cual indirectamente afecta el monto del dinero que puede gastarse en publicidad). Una vez más, no existe correlación alguna entre los límites impuestos sobre propaganda y el grado democrático. Finalmente, son más frecuentes en las colonias españolas.
América es la única región en donde son frecuentes los límites sobre pago de propaganda.
El tercer aspecto se refiere a la presencia o ausencia de debates televisados en elecciones legislativas. Entre los 131 casos de los que tenemos información, en el 55% de ellos, se celebran tales debates (notar que en 18 países los debates televisados son organizados únicamente para elecciones presidenciales). Estos son claramente la norma en Europa, donde cuatro quintas partes (80%) de los países la ejecutan, y son poco frecuentes particularmente en las Américas (con solamente cuatro países de 16 que lo llevan a la práctica: Canadá, Guyana Francesa, Guadalupe, Martinica; hay que notar, sin embargo, que en muchos casos existen debates para elecciones presidenciales). Encontramos que se celebran debates con mayor frecuencia en países con calificaciones altas sobre la base de la clasificación sobre derechos humanos que efectúa Freedom House.
El último aspecto a ser examinado es la presencia o ausencia de periodos de bloqueo durante los cuales los resultados de las encuestas preelectorales no pueden ser dadas a conocer al público. Este bloqueo prevalece en 58 (45%) de los 130 países de los que se cuenta con información. En 30 casos (23%), es una corta prohibición, de tres días o menos, aunque en otros 17 países, 13%), la prohibición aplica a un período que va más allá de una semana. Los bloqueos son más frecuentes en Europa y las Américas y más raros en África y Medio Oriente. Las excolonias británicas y francesas parecen ser más renuentes a poner en marcha esta legislación, aunque más países democráticos no parecen estar más inclinados a instrumentarlos.
Con relación a la regulación de los medios en las campañas electorales, parece no haber una clara norma acerca de que debe o no debe hacerse:
- En el caso de las medidas específicas que hemos examinado aquí, al menos, los países parecen estar partidos a la mitad, más o menos la mitad adoptando tal legislación y la otra mitad, rechazándola.
- La única excepción es más aparente que real. Sólo una minoría de los países establecen explícitamente un techo a los gastos de propaganda aunque esto se debe a que algunos de ellos simplemente prohíben la publicidad mientras que otros regulan los gastos en general en lugar de la propaganda en lo particular.
- No sólo encontramos una gran variedad de enfoques aunque pocas veces es el caso que más países democráticos van a una dirección en particular. En tres de cuatro aspectos no existe correlación entre el grado de democracia y la propensión a regular el uso de los medios en las campañas electorales.
- La única excepción y esto es reveladoramente un caso por el cual generalmente no se requiere de ninguna legislación, se refiere a los debates televisados, que son más frecuentes en países más democráticos.
- Hemos observador algunas variaciones regionales en el uso de estas cuatro medidas aunque no han probado ser representativas. La región parecer ser menos importante que la herencia colonial. Las excolonias francesas y británicas emergen como menos propensas a regular a los medios que otros países

El impacto del grado de democracia, herencia colonial y desarrollo económico sobre las reglas para partidos y candidatos
ELECCIONES Y MEDIOS
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Grado de democracia
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Excolonias francesas
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Excolonias inglesas
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Excolonias españolas
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Desarrollo Económico
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Criterio de tiempo igualitario
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Menos probable
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Menos probable
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Límites a los gastos de propaganda
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Más probable
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Debates televisados
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Más probable en países más democráticos
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Periodo de bloqueo
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Menos probable
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Menos probable
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