Dada la reciente disminución en la participación electoral observada en la mayoría de las democracias, se ha presentado un renovado interés en el tema de la educación al votante. Quizás algunos ciudadanos no ejercen su derecho al voto porque desconocen los aspectos fundamentales acerca de cómo, cuándo y dónde registrarse para votar. O quizás algunos estén desconcertados por la aparnte complejidad de las instituciones políticas y no alcanzan a ver la utilidad de emitir su voto, por lo que quizá requieran de programas de capacitación para informarse sobre cómo funcionan el Parlamento, el gobierno y los partidos.
El primer aspecto se refiere a la información básica acerca de lo que significa registrarse para votar, cómo/cuándo/dónde la gente puede depositar (o quizás enviar por correo) su papeleta. Parecería normal para el organismo electoral conducir campañas informativas para mejorar el conocimiento y entendimiento de los ciudadanos sobre cómo se puede registrar y posteriormente votar. Por supuesto, una abrumadora mayoría de estas organizaciones (84%) hacen este tipo de campañas. De manera interesante, es en África, Asia y generalmente en los países más pobres en dónde estas campañas informativas son conducidas con mayor frecuencia por los organismos electorales. Es sólo en los países más desarrollados en donde la necesidad de ofrecer esta información no es tan obvia e incluso en estos países la reciente disminución de la participación electoral ha traído consigo el mensaje de que uno no debe asumir que cualquier persona puede perfectamente entender cómo vota una persona.
Una pregunta relacionada es si estas campañas de información deben o no ser conducidas sólo en el periodo electoral o de manera continua. El patrón dominante se representa con la primera opción. Sólo el 28% de los organismos electorales parecen efectuar campañas permanentes orientadas a informar a los ciudadanos. De manera interesante, las campañas permanentes son más frecuentes en las Américas y particularmente raras en Medio Oriente, la región del Pacífico y Europa.
El otro enfoque, por supuesto, es garantizar que los ciudadanos entiendan no solamente el mecanismo de registro y votación, sino de manera más general el funcionamiento de las instituciones políticas y vida política. Este es el propósito de las campañas nacionales de educación cívica. Estos programas parecen prevalecer en el 61% de los países. Quizás no resulte tan sorprendente saber que es en Europa y en los países adinerados donde los programas de educación cívica parecer ser menos populares. Al igual que en el caso de los programas de registro de electores, parece ser que la necesidad de educar a la población acerca de la política es más obvia en las áreas más pobres del mundo. Resulta también interesante notar que los programas de educación cívica e información electoral no son ni más ni menos populares en los países más democráticos.
El patrón dominante es por consiguiente la ejecución de campañas para ofrecer a los ciudadanos información elemental acerca de las elecciones y del sistema político.
- Esto es así particularmente en los países más pobres donde la necesidad de esta información es más obvia.
- Al mismo tiempo, sin embargo, estas campañas de información quizás no sean muy intensas, como lo sugiere el hecho de que a menudo están confinadas al periodo electoral.

El impacto del grado de democracia, herencia colonial y desarrollo económico sobre las reglas para partidos y candidatos
EDUCACIÓN AL VOTANTE
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Grado de democracia
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Excolonias francesas
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Excolonias inglesas
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Excolonias españolas
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Desarrollo Económico
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Organismo electoral a cargo de las campaña de educación al votante
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Menos probable en países adinerados
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Campañas de educación al votante conducidas sólo en periodo electoral
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Campaña nacional de educación cívica
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Menos probable en países adinerados
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