Así como en el proceso electoral interno, el sistema que se use para el voto en el extranjero requiere de una cuidadosa planeación e instrumentación. El proceso también tiene que estar coordinado metódicamente para asegurar que todos los electores sean tratados equitativamente ba jo el marco de la ley electoral. Aunque el costo por elector del voto en el extranjero tiende a ser más elevado que dentro del país, es importante que se integre dentro del presupuesto para que no haya discriminación de los electores en el extranjero.
El voto en el extranjero añade algunas complejidades al proceso, pero es necesario para extender el sufragio a todos los electores con derecho a voto. “Hoy tenemos que asumir que la democracia debe garantizar efectivamente que todos los ciudadanos adultos tengan derecho a votar” (Dahl 1998:3)
Aunque la flexibilidad es importante para enfrentar los desafíos, todas las decisiones se deben tomar conforme a la ley. Si el voto en el extranjero se administra e instrumenta adecuadamente se facilita el proceso democrático y, en el caso de poblaciones de refugiados, se alienta la unidad y la reconciliación.