Las necesidades políticas y logísticas que comporta un operativo para el voto de refugiados pueden plantear cuestiones políticas muy complejas a los organizadores. También implican la concurrencia de un gran número de países y organizaciones que deben conjugar esfuerzos de forma excepcional para el evento electoral
Constelaciones de países y organizaciones
Cualquier esfuerzo o programa para el voto de los refugiados involucra naturalmente a una constelación de países, tanto a los de origen como a los de destino. En todo caso se requieren negociaciones de gran alcance. Los temas de las negociaciones pueden comprender acuerdos de tránsito que faciliten los viajes sin visa (en caso de que los refugiados tengan que votar en su país de origen), estatus de protección temporal y acuerdos sobre doble ciudadanía. Aunque se pueden establecer principios generales, no existe ni un solo modelo que se pueda utilizar para determinar el tipo de asistencia y cooperación que debe brindar el país anfitrión. Las leyes nacionales pueden especificar algunos parámetros, pero varían de un país a otro.
Aunque el registro de electores, las campañas políticas y la votación se realicen dentro de las fronteras de otro país, no se debe incurrir en ningún acto que viole la soberanía del país anfitrión. Estos operativos también pueden resultar muy costosos para los gobiernos anfitriones. Los memorandos de entendimiento son herramientas útiles que pueden describir el papel que tiene que jugar cada socio en un operativo de registro y votación.
Esta constelación también puede incluir a una variedad de organizaciones internacionales y no gubernamentales que estén involucradas en el proceso. Por ejemplo, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) se encargó de dirigir la votación para los refugiados en las elecciones de Bosnia y Herzegovina en 1996-97, la consulta popular sobre la independencia de Timor Oriental en 1999 y la votación en el extranjero de Kosovo en 2000. La Liga para las Mujeres Votantes condujo la votación para los refugiados de Bosnia que residían en Estados Unidos en 1996.
En algunos casos se pueden adoptar acuerdos administrativos especiales. En Bosnia y Herzegovina, por ejemplo y conforme a los términos del Acuerdo de Dayton, se les dio a los refugiados la opción de votar en el municipio en donde residían en 1991 o en aquel en que tuvieran la intención de residir en un futuro. Se dio la oportunidad de votar a los refugiados en cualquier parte del mundo y la Organización para la Cooperación y Seguridad de Europa (OSCE) estableció un Comité Directivo de Elecciones para los Refugiados para supervisar la votación en el extranjero. Otro mecanismo que se creó para instrumentar los Acuerdos de Dayton fue la Subcomisión para los Futuros Municipios, que se estableció para las elecciones de 1997 a fin de resolver todas las solicitudes relativas al registro en futuras municipalidades. En Kosovo, la Fuerza Conjunta para el Registro (JRT por sus siglas en inglés) de la ONU y de la OSCE tuvo una unidad que se dedicó al registro de electores fuera de Kosovo. La OIM contó con dos oficiales de enlace con la JRT.
Información
El desafío que enfrenta todo programa de información para los refugiados es encontrar recursos suficientes para llegar a los grupos que viven en áreas muy lejanas. Las políticas multidimensionales que se asocian con la votación para los refugiados tienen que tener al mismo tiempo alcances domésticos, regionales e internacionales. La campaña de información debe estructurarse bajo la misma óptica; debe tener un sólido componente básico que le permita abarcar a las distintas etnias y estratos que conforman las poblaciones de refugiados.
Políticas de desplazamiento
Se pueden desarrollar nuevas estrategias para el desplazamiento de los refugiados. Este fue el caso durante la consulta popular para la independencia de Timor Oriental que organizó la ONU en 1999. Bajo un escenario usual, la población es desplazada de sus hogares como resultado de un conflicto. Una vez resuelto éste se realizan las elecciones de reconciliación y se deciden las reglas para el ejercicio del derecho al voto. Sin embargo, en el caso de Timor Oriental, los individuos fueron desplazados para realizar la consulta popular: se les retiró de sus hogares sin su consentimiento o fueron rodeados por destacamentos militares y evacuados. Se calcula entre 30 y 50 mil el número total de desplazados internos. Esto significa que, sobre una base de 450 mil electores registrados, más de 10 por ciento de los electores fueron desplazados. Obviamente, el registro de esa población era un objetivo esencial para la credibilidad de los resultados de la consulta.