Las cuestiones relativas a los países anfitriones son desafiantes y complejas; además, las cosas se complican pues los programas de voto en el extranjero se realizan a menudo conforme a cronogramas muy apretados. Suele hab er poca claridad respecto a quién tiene la obligación de promover, hacerse cargo y evaluar el voto en el extranjero, y tampoco hay políticas, prácticas o estándares consistentes que guíen las posiciones y responsab ilidades de los gobiernos. Es necesario tomar en cuenta las diferencias de cultura política, estructura administrativa, infraestructura y marco legal. Sin emba rgo, existen componentes de los programas de voto en el extranjero que han empezado a estandarizarse.
- Cualquier información personal que llegue a manos de los países anfitriones como consecuencia de un programa de voto en el extranjero debe ser utilizada exclusivamente para este propósito.
- El estatus de la legalidad de residencia de cualquier persona, incluyendo la falta de documentación, no afecta su capacidad para ejercer su derecho a la participación política.
- La participación en un programa de voto en el extranjero no debe afectar en ninguna forma la inclusión política, económica o social de las personas en su país de residencia.
- Aunque los países anfitriones pueden jugar un papel importante en el proceso de registro, usualmente proveyendo al país de origen de información demográfica, es importante tomar medidas de protección para evitar que influyan en el resultado electoral a través de algún tipo de manipulación del proceso de registro.
- Es importante que los países anfitriones faciliten y apoyen la difusión de información, incluyendo la educación cívica y electoral, así como las campañas políticas.
- La participación en un programa de voto en el extranjero no debe evitar ni retrasar la repatriación voluntaria de los refugiados que viven en el país anfitrión.
- Los obstáculos políticos, financieros y logísticos de los programas de voto en el extranjero deben ab ordarse con la intención de superarlos. El costo de no llevar a cab o el voto en el extranjero puede ser, a largo plazo, mucho mayor.