Votos inválidos
Los
principios generalmente aceptados indican que las siguientes categorías de
votos no deben considerarse válidos y, por consiguiente, no deben contarse.
- Votos
en blanco (sin marca),
- Votos
que identifiquen al elector,
- Votos
que contengan marcas para más de una opción (aunque esto depende del sistema
electoral que se utilice),
- Votos
que no reflejan la intención o la opción del elector.
Esta
última categoría de voto inválido es a menudo difícil de evaluar y determinar,
ya que puede abrirse a distintas interpretaciones dependiendo de quién sea el
oficial de escrutinio. Por ello es muy importante que la capacitación de los
oficiales de escrutinio incluya documentos (visuales) que muestren las formas
de marcación de las papeletas que son válidas y aquellas que no lo son.
La regla
general que normalmente se sigue es permitir que el oficial de escrutinio decida
si es posible determinar de manera razonable la intención del elector. Un
ejemplo de esto se presenta cuando el elector en lugar de colocar una marca
junto a la opción elegida, escribe “si” junto al nombre del partido o
candidato. Esto podría tomarse razonablemente como una intención de votar por
dicho partido o candidato.
Los
criterios para determinar si los votos son válidos deben ser claros y admitir
cierto grado de flexibilidad de tal forma que el oficial o los oficiales encargados
de tomar la decisión de validar un voto no los apliquen de forma dogmática en
tanto sea posible determinar razonablemente cual fue la intención del elector.
Este es un ejemplo: Cuando la marca se extiende hacia el espacio de otro
candidato o partido. Si gran parte de la marca está colocada más cerca de un
partido o candidato podría tomarse como válida para dicho partido o candidato.