A favor
El común denominador de los siete países que se mencionaron anteriormente es el hecho de que desean facilitar que los ciudadanos en el extranjero participen en las elecciones y referendos nacionales. En este sentido, se considera que los electores en el extranjero conforman uno de los grupos más adecuados para aplicar el voto electrónico remoto, porque no disponen de un medio de votación que pueda ser más cómodo y accesible. La votación por correo, el medio que más se equipara al voto electrónico remoto, no ofrece los mismos beneficios porque algunas veces los servicios postales son demasiado lentos como para entregar las papeletas antes del día de la elección y eso evita que voten algunos electores externos. Otras modalidades de votación, como la votación en embajadas o misiones diplomáticas, no son tan convenientes para el elector porque tiene que desplazarse hacia un sitio determinado en determinado día y horario. La principal motivación para facilitar la emisión del voto de los electores en el extranjero tiene que ver sin duda con el incremento en los niveles de participación y por consiguiente con el fortalecimiento de la legitimidad democrática.
Además de la conveniencia para los electores en el extranjero, hay otras razones a favor del voto electrónico remoto como son:
- En algunos casos, cuando la intención inicial es introducir el voto electrónico para los electores dentro del país, se considera que los ciudadanos que viven en el extranjero conforman un grupo ideal para probarlo.
- En algunas ocasiones, los ciudadanos en el extranjero están bien organizados, aún mejor organizados que los grupos de interés dentro del país, y son capaces de formular sus necesidades para ponerlas dentro de la agenda.
- Dependiendo de las circunstancias y de otras alternativas de votación que estén disponibles, el voto electrónico remoto puede ahorrar costos.
En contra
Se han encontrado pocos argumentos en contra de la introducción del voto electrónico remoto para los electores en el extranjero, esto debido a que sólo aquellos países que consideran introducirlo son los que suministran información sobre la materia. Los argumentos son:
- Preocupaciones sobre la seguridad. No hay preocupaciones de seguridad que se vinculen directamente con el voto electrónico remoto para los electores en el extranjero; solamente se considera que el voto electrónico remoto en sí mismo es inseguro. Las preocupaciones de seguridad incluyen dudas acerca de internet como un medio seguro para transmitir información confidencial y el temor a ataques de piratas informáticos es constante, ya sea del interior (comodiseñadores de programas o programadores), o del exterior (como partidos políticos, saboteadores u otros estados), así como la preocupación por la posibilidad de tener una influencia indebida en los electores durante el proceso (como el llamado voto familiar).
- Aspectos Financieros. Puede ser costoso construir la infraestructura para ofrecer el voto electrónico remoto para un número limitado de electores. Los componentes más costosos pueden ser la construcción de un registro digitalizado y armonizado de electores en el extranjero o el mantenimiento de la seguridad del sistema.
- Igualdad de trato para todos los electores (internos y externos). En Suiza, por ejemplo, el gobierno declaró que si se introduce el voto electrónico remoto, tiene que hacerse paso a paso. Inicialmente sería para los electores internos y sólo después para los externos. La razón de esto es que no existe un registro centralizado de los electores externos (ver estudio de caso). No se estima pertinente que los electores en el extranjero de un distrito puedan votar electrónicamente mientras que los de otros distritos no tengan esa posibilidad.
La Comisión Electoral de Australia contestó a la pregunta “¿Puedo votar vía internet?” en su sitio de internet de la siguiente forma:
Por el momento, la introducción del voto vía internet o computarizado no es factible, porque se tienen que resolver asuntos de seguridad, técnicos, financieros y de equidad antes de poderlo convertir en una realidad de la vida electoral.
- No existe una tecnología adecuada de programas de cómputo que se pueda utilizar plenamente en sistemas de votación preferencial.
- Varios votantes, especialmente aquellos de edad avanzada o con un bajo nivel de lectura y habilidades numéricas podrían tener dificultades para usar internet.
- Existe el riesgo de fraude o errores en los programas de cómputo sin que se tenga el respaldo de las papeletas para verificarlo.
- Los costos para iniciar el proyecto serían significativos.
- La Comisión Electoral Australiana tendría que seguir proporcionando facilidades tradicionales de votación a las personas sin acceso a internet.
Sin embargo, los electores australianos que radican en el país han tenido la oportunidad de utilizar el voto electrónico en las mesas de votación durante las elecciones para la Asamblea Legislativa de la capital. En 2001 y 2004 el voto electrónico estuvo disponible en cuatro centros para la emisión del voto anticipado, durante un periodo de dos a tres semanas, y en ocho mesas de votación durante la jornada electoral.