El
proceso preparatorio para transportar las urnas es muy importante, sobre todo cuando
el escrutinio se realiza en centros de escrutinio.
Cuando
las urnas se transportan de una mesa de votación a un centro de escrutinio, se
tienen que tomar medidas de seguridad importantes antes de su traslado, como la
verificación del número de serie de los sellos de la urna y de la ranura.
Adicionalmente,
las urnas deben ser custodiadas desde su salida de la mesa de votación hasta su
llegada al centro de escrutinio. Los que custodian las urnas deben incluir a personal
de seguridad, observadores, representantes de partidos y candidatos.
Las
urnas no pueden quedar sin supervisión en ningún momento. Es necesario que
cualquier temor de manipulación de los contenidos de las urnas durante el
traslado sean oportunamente previstos y que las medidas de seguridad adoptadas
para que permanezcan intactos sean debidamente comunicadas y aplicadas.
Idealmente,
los oficiales de escrutinio, así como dos o más representantes de partidos o
candidatos, deben custodiar las urnas y documentos electorales. Estas medidas
están diseñadas para prevenir fraudes y asegurar que cualquier alteración sea
detectada fácilmente.
Para
salvaguardar la transparencia, es conveniente que todas las medidas de control
se publiquen y sean conocidas por anticipado por todos los participantes en el
proceso. Controlar todos los movimientos de las urnas es esencial para mantener
la integridad de un proceso electoral democrático.
La selección
de la instancia que se hará cargo del traslado, sea del sector privado o
público (puede pertenecer a las fuerzas armadas o a la policía), debe decidirse
antes de que se convoque a elección y tomar en consideración factores como los
siguientes:
- cobertura
del territorio,
- disponibilidad
de medidas de contingencia, etc.
La
selección del método de transporte y de la organización prevista para
realizarlo son factores determinantes para tener éxito en la operación. La
confianza en la elección se podría ver afectada si el trasporte no es del todo
seguro y no se conduce adecuadamente.
Al
cierre de la votación, se debe sellar la ranura de la urna para que no se
puedan introducir papeletas adicionales durante el traslado.
Los
números de serie de los sellos que se usaron tienen que anotarse en los libros respectivos
de la elección y/o en los formatos del transporte. Después, el oficial de
escrutinio debe contar el número de papeletas utilizadas tomando como base los
folios (la urna debe permanecer sellada), el de papeletas sin usar y el
papeletas estropeadas.
Este
total tiene que conciliarse y coincidir con el número de papeletas que se
recibieron para la apertura de la mesa de votación.
Si se
encuentra alguna discrepancia, el oficial de escrutinio tiene que recontar
hasta que se encuentren las papeletas faltantes o hasta que se realicen las
correcciones apropiadas en los formatos (formato para contar los votos,
formatos de transporte y el libro de la elección) indicando las discrepancias.
Todos
los formatos se colocan en sobres sellados y se adjuntan a la urna. Los
representantes de partidos políticos y candidatos pueden agregar sus firmas a
los sellos usados por el oficial de escrutinio o pueden usar sus propios
sellos. La urna estará entonces lista para transportarse al centro de
escrutinio.
El
formato de transporte debe contener varias copias para entregarlas a las personas
autorizadas.
Es conveniente que los representantes de partidos políticos y
candidatos, el oficial encargado de recibir las urnas en el centro de
escrutinio, el organismo electoral y el oficial responsable de las urnas
durante su transporte tengan una copia del formato de traslado.