Perspectiva general
Cuando se celebran elecciones para diversos cargos de manera simultánea
(por ejemplo: elecciones presidenciales, legislativas y municipales), es conveniente
que en la ley o en regulación se disponga el orden que debe seguir el
escrutinio para evitar errores y confusiones en el proceso.
Este tipo de disposiciones deben ser comunicadas de manera puntual a
los oficiales responsables del escrutinio durante su capacitación y estar
contenidas en la documentación y los manuales que se les entreguen. Se tienen
que dar instrucciones claras sobre los procedimientos aplicables en caso de que
se encuentren votos en la urna equivocada.
Es recomendable que una sola persona realice la clasificación inicial
de los votos; de preferencia el oficial de la mesa que se encargo de entregarle
las papeletas a cada elector el día de la elección. Es importante que ya se
hayan separado y contado las papeletas estropeadas. Una papeleta estropeada es
simplemente aquella que el votante marcó de forma incorrecta o que resulta inservible
y que fue devuelta a los oficiales de la mesa de votación a cambio de una nueva.
No deben aparecer papeletas estropeadas dentro de una urna.
Una vez que se abre la urna, el oficial de escrutinio (puede ser sólo
uno o varios) verifica la validez de cada voto. Es importante que el oficial
tenga la capacidad de distinguir entre un voto válido y uno falso (mediante una
marca de agua o algún otro tipo de marca de seguridad que se encuentre en las
papeletas válidas). Es conveniente separar cualquier papeleta falsa que se identifique,
contabilizarlas de ser varias, y reportar de inmediato este hecho al organismo
electoral como una tentativa de fraude.
El oficial de escrutinio separa y distribuye las papeletas por partido
político o candidato. Al mismo tiempo, puede separar los votos dudosos que
pudieran ser rechazados. Después de que se termina el escrutinio de los votos
válidos, el oficial de escrutinio puede revisar uno por uno los votos dudosos y
decidir sobre su validez.
Es conveniente que los representantes de partidos y candidatos puedan
presenciar el proceso y que tengan la oportunidad de objetar la decisión que
tome el oficial de escrutinio. Estas objeciones suelen formar parte del registro
y pueden ser usadas en caso de que los resultados sean impugnados después de su
anuncio.
Los votos que se habían considerado dudosos y que al final se aceptaron
como válidos, también tienen que ser clasificados por candidato/partido/opción.
Después se escrutan y se separan los votos inválidos y, de ser el caso, los
falsificados. Por último, el oficial de escrutinio suma los votos adicionales
que se consideraron válidos al número inicial de votos válidos y realizará un
escrutinio total para cada candidato/partido político/opción.
Para facilitar el proceso de toma de decisiones, es importante que el
oficial de escrutinio haya sido debidamente instruido sobre las reglas de
interpretación para rechazar los votos, incluida la provisión de ejemplos
gráficos y que dichas reglas hayan sido conocidas por anticipado por todos los
representantes de partidos y candidatos y por los observadores. En todos los
casos, los votos rechazados tienen que separarse y guardarse. No puede destruirse
ni un solo voto.
La separación de los votos rechazados tiene un papel importante para
crear un registro auditable para el escrutinio y es un componente esencial en
caso de que se realice un recuento de los votos. Los votos rechazados tienen
que ser examinados cuidadosamente y el oficial de escrutinio tiene que indicar la
razón por la cual se está rechazando cada voto.
Es
conveniente que los representantes de partidos políticos y candidatos puedan
examinar los votos rechazados. Si algún representante no concuerda con la
decisión de los oficiales de escrutinio, es conveniente que éstos puedan formular
objeciones formales que sean la base para impugnar los resultados del
escrutinio. Deben existir reglas claras para realizar el registro de las
objeciones que hagan los representantes de los partidos políticos o los
candidatos.
Una vez
que se separaron las papeletas o los votos estropeados, falsificados y
rechazados, se puede iniciar el conteo de los votos válidos. Es recomendable
que los representantes de los partidos políticos y candidatos y otras personas
autorizadas que se encuentren en la mesa puedan presenciar el proceso y llevar su
propio conteo.
También se recomienda que los representantes y observadores que
atestiguan el escrutinio tengan la posibilidad de ver cada voto escrutado. Para
una mayor eficiencia, es recomendable que puedan apoyar al proceso otros
oficiales de escrutinio. Sin embargo, es necesario que esté muy claro quién o quiénes
tienen la capacidad de tomar la decisión sobre la validez de cada voto.