Es necesario que las papeletas estropeadas, los votos
rechazados y las papeletas sin usar se cuenten para crear un registro auditable
completo. Se asume que los votos rechazados y las papeletas sin usar se
contaron en las mesas de votación antes de trasladar la urna al centro de
escrutinio.
Estos documentos siguen siendo oficiales, aunque no
cuenten como votos válidos. Adicionalmente, los votos rechazados son esenciales
para realizar un recuento.
Reglas de interpretación de
los votos rechazados
Este es
uno de los asuntos más complejos del escrutinio, en la que cada uno de los
oficiales pone en juego su capacidad de decisión, al margen de la efectividad
de la capacitación que haya recibido.
Para
eliminar las posibles objeciones a la validez de los votos, los oficiales de
escrutinio deben recibir una adecuada capacitación sobre con reglas de
interpretación de las marcas en los votos que son aceptadas, así como de las
razones por las que se debe rechazar un voto.
Al reducir el margen que pueden tener los oficiales para interpretar las
reglas del conteo se facilita la toma de decisión y se pueden reducir las
disputas sobre la validez de los votos. Si se produjera la victoria de un
candidato por un margen muy estrecho, es probable que se pida un recuento y que
los votos rechazados tengan que ser revisados cuidadosamente.
Manejo de disputas referentes a rechazos
En
algunos países, el oficial de escrutinio es la única persona capacitada para
tomar una decisión referente a la validez de los votos, aún si hay otros
oficiales involucrados en el escrutinio. Este oficial también es responsable de
resolver las disputas referentes a objeciones formuladas sobre la validez de
los votos.
Si el representante de un partido o candidato no está de acuerdo con
las decisiones del oficial sobre la validez de los votos, debe tener la
posibilidad de impugnar esa decisión. En la mayoría de los casos, se exige que
el oficial de escrutinio resuelva de inmediato cualquier duda sobre la validez
de un voto. Para tener más consistencia en sus decisiones, el oficial de
escrutinio puede poner en una pila por separado todos los votos dudosos o
cuestionados y decidir sobre su validez solo después de que ha concluido el
conteo de todos los votos válidos.
Como alternativa, se pueden distribuir primero todos los votos según
las preferencias indicadas, decidir sobre los cuestionables y, por último, contar
cada pila. Puede ser útil numerar en el reverso todos los votos cuestionados y
anotar el total tanto en el libro registro de la votación como en el formato
del escrutinio, votación de acuerdo con la decisión final que haya tomado el
oficial responsable.
Es conveniente contar el número de papeletas estropeadas y de votos
rechazados y hacer la anotación respectiva en el acta o declaración de
resultados de cada urna.