Separación de las papeletas
estropeadas y los votos rechazados
Es muy importante que al clasificar los votos, se separen las papeletas
estropeadas de los votos rechazados por que el significado de ambos es muy
distinto. El hecho de que se mezclen puede tener un efecto serio en los
registros auditables.
Las papeletas estropeadas nunca deben encontrarse dentro de la urna, ya
que deben ser colocadas dentro de un sobre sellado adherido a la urna. Una
papeleta estropeada es generalmente aquella que el votante estropea involuntariamente
al marcarla de forma incorrecta; cuando la ley lo prevé, esta papeleta suele
regresarse a los oficiales de la mesa de votación para recibir a cambio una
nueva que el votante marcará y colocará en la urna.
Una papeleta estropeada también es aquella que tiene errores de
impresión, que está rota, sucia, o que tiene alguna marca que permitiría
identificar al elector que la emplearía sin garantizar la secrecía de su voto.
Un voto rechazado es aquel que llegó a la urna, pero que fue rechazado
en el escrutinio porque fue marcado indebidamente, o porque no se expreso en
ella ninguna preferencia cuando esta es necesaria. Los criterios más comunes
para rechazar un voto son:
- Porque
tiene marcas para más de un candidato o partido político cuando solo se
tiene que elegir uno,
- Porque se
marcó de una forma no permitida o con marcas inusuales,
- Porque se
hizo una marca deliberada por la que se puede identificar al votante, o
- Porque se
hizo una marca en un sitio prohibido por la legislación (fuera del
círculo, etc.)
En algunos países los votos en blanco (sin marca) se cuentan por
separado (y se consideran como votos de protesta), en otros lugares son
considerados como votos rechazados. En cualquier caso, es necesario que todos
los votos se conserven y que ninguno se destruya.
En los países que utilizan sobres
para la votación, la forma en que se distingue entre un voto rechazado y uno
válido es diferente porque las marcas no se hacen en la papeleta misma. Por
ejemplo, un voto rechazado puede ser aquel en que dentro de un sobre se hayan
colocado dos papeletas de distintos partidos o candidatos, el de un sobre
vacío, el de un sobre que contenga marcas de forma que comprometa la secrecía
del voto, etc.
En muchos países, si la intención
del votante es clara, se aceptan todo tipo de marcas. En otros, la legislación
es muy clara en cuanto a los tipos de marca que no son aceptados, aún en las
papeletas en la que el elector tiene que escribir el nombre del partido o
candidato de su preferencia.
Para estos casos específicos y con
el objetivo de ayudar al oficial de escrutinio a tomar una decisión, las marcas
que pueden ser aceptadas tienen que haber sido claramente demostradas durante
el proceso de capacitación y documentadas gráficamente en los manuales
diseñados para ello.
El diseño de una tarjeta
que muestre cuáles son las marcas que pueden ser aceptadas y cuáles no y que,
de preferencia, contenga fotografías para ejemplificar diversas situaciones,
puede ser una herramienta muy útil para de los oficiales de escrutinio que
puede incluirse en la documentación que se les brinde para efectos de consulta durante
la jornada electoral.