Generalmente existen dos fases en el proceso
de delimitación de distritos electorales. La primera fase es la asignación, o
distribución, de los asientos de la legislatura a las entidades regionales tales
como estados o provincias. Este usualmente es un proceso muy mecánico, con el
número de asientos asignados a cada región dependiente de la población relativa
de ese estado o provincia. En los países que no delimitan distritos
uninominales, la redistribución de escaños es el único paso que se da para equilibrar
la población a través de los distritos electorales.
En países que realizan la delimitación, usualmente
la segunda fase del proceso es el ajuste de los límites de los distritos
actuales y/o la creación de nuevos distritos dentro de los mismos estados o
provincias. En los países que no se distribuyen asientos regionalmente, ésta es
la única fase o etapa en el proceso.
Trazar los límites de los distritos
electorales es mucho menos mecánico y más tardado que distribuir los asientos. Esto
ocurre en tres etapas:
- preparación de una base de datos
- asignación de unidades geográficas a los distritos hasta que todas
las unidades hayan sido distribuidas y los límites de todos los distritos
establecidos
- elaboración de un resumen descriptivo y de mapas para la evaluación
e implementación del plan de delimitación.