Muchos
países, especialmente aquellos muy grandes en tamaño y/o que cuentan con un
sistema federal, y no con un sistema unitario, delegan la responsabilidad de
trazar distritos legislativos nacionales en entidades regionales, como estados
o provincias. Por ejemplo, en Estados Unidos, los escaños en el Congreso son
asignados de acuerdo a la población relativa de cada estado. Cada estado, es entonces,
responsable del trazado de distritos dentro de sus propias fronteras. Australia
y Canadá emplean un sistema similar para la asignación de escaños en el
Parlamento Nacional para estados y provincias, y tienen comisiones
independientes en cada estado o provincia para la delimitación.
En
Estados Unidos, el proceso decenal entre estados para la asignación de escaños al
Congreso se denomina "reasignación". En Canadá, a este proceso se le
conoce como "redistribución”. Sin embargo, en muchos países, no existe una
terminología especial que sea aplicada para esta cuestión. Esto ocurre especialmente
en países que no cuentan con un sistema federal o países en donde las entidades
regionales tienen poco poder sobre las decisiones de redistritación. La
población (ya sean los datos del censo o los elementos del registro de
votantes) es casi siempre empleada como base para la repartición de escaños
para las legislaturas nacionales. De hecho, el propósito del censo decenal en
Estados Unidos es determinar una asignación más apropiada de los escaños para
el Congreso dentro de los mismos estados. La Constitución de estadounidense (artículo I, sección 2) establece que:
(…) Los escaños del Congreso deben ser
distribuidos entre los estados… de acuerdo a sus cifras… El conteo deberá efectuarse
dentro de los tres años siguientes a la primera sesión del Congreso de los
Estados Unidos y dentro del periodo subsecuente de diez años, de tal forma que
sea regido por la ley.
A
menudo se determina el número de asientos en la legislatura, antes de la
designación de éstos. Aunque, no siempre fue de esta manera. Por ejemplo, en sus
primeros 120 años, la Cámara de Representantes de Estados Unidos creció para dar
cabida a nuevos estados y a una población en rápido crecimiento. Desde 1790 a
1900, los escaños se asignaron sobre la base de una cuota poblacional la cual,
a pesar de su gradual incremento a lo largo del tiempo, resultó en un aumento
de la Cámara de Representantes de 106 a 391 escaños durante ese período. Sin
embargo, desde 1910 se fijó un límite al número de miembros en la Cámara a 435
legisladores. Primero, los asientos se asignaron uno para cada estado y el
resto se adjudicaron en orden sucesivo a los estados con la cuota más grande.
En 1950 el estatuto que definía la fórmula fue modificada ligeramente: a cada
estado le fue dado un escaño, y los 385 escaños restantes se asignarían en
secuencia bajo una formula prioritaria de números. Esta fórmula es referida
como el "método de proporciones iguales".
Aunque
el proceso es mecánico, la fórmula para la asignación de escaños no ha escapado
de la controversia. Desde 1790 en Estados Unidos se ha debatido la manera en
que serán repartidos los asientos del Congreso, siendo los estados que han
perdido representación especialmente sensibles acerca del proceso.
Algunos
países han adoptado soluciones diseñadas para mejorar este problema. Canadá por
ejemplo, lo ha resuelto al no permitir que descienda el número de escaños
designados a una provincia en la Cámara de Representantes. Canadá, al igual que
Estados Unidos, requiere que la distribución de asientos en la Cámara sea determinada
por la "representación proporcional de las provincias", basada en el
censo de cada diez años. De cualquier modo, se adoptó una "cláusula mayor"
para proteger las provincias con población en descenso, en comparación con
otras provincias. Esta cláusula, promulgada primero en 1976 y posteriormente a
los nueve años, asegura que ninguna provincia podrá tener jamás menos distritos
electorales que los que tuvo en 1976. El tamaño de la Cámara de Representantes,
como resultado, ha crecido gradualmente. (Para mayor información sobre el
proceso de redistribución, ver el estudio de caso de la versión 1.0 de ACE sobre Representación en el Parlamento Canadiense).
Existen
dos problemas cuando se permite a los estados o a las provincias conservar más
escaños que los que la población indicaría:
- el tamaño de la
legislatura podría ser más difícil de manejar;
- la cuota población o
electoral (es decir, la población estatal dividida entre el número de
escaños asignados al estado) puede variar considerablemente entre los estados o provincias.
Lo siguiente
sucede cuando a un estado o provincia le es asignado un número mayor de escaños
de los que normalmente les correspondería, basado en su relativa proporción de
población. En Canadá, a estos escaños
se les denomina escaños “complementarios”.
No obstante, es posible una gran variación en las cuotas de
población, aún sin los escaños de complemento. En 1991, en la configuración
distrital congresional más reciente en Estados Unidos, la cuota de población fluctuó
de un 455.975 en Wyoming hasta un 803.655 en Montana. Este rango tan amplio se
debió a que a cada estado le es asignado al menos un asiento, aún cuando su
población sea más baja que la "cuota nacional" por escaño. En Estados
Unidos, no se aplica ninguna cuota electoral; las cuotas son calculadas
solamente bajo las bases de estado por estado. La población del estado de
Wyoming era menor a la “cuota nacional” para obtener un distrito congresional, pero
se le concedió un asiento; mientras que la población de Montana, más que suficiente
para un escaño, no fue tan grande para que le fueran asignados dos escaños.
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