La
primera etapa en el proceso para trazar límites distritales es la elaboración
de una base de datos. En una base de datos redistrital, cada elemento informativo
refleja una sola unidad geográfica. Las unidades geográficas, que serían
empleadas como base para la creación de distritos, pueden reflejar áreas
administrativas tales como condados o ciudades y pueblos, censo geográfico como
censo por bloques, o geografía electoral tal como áreas de votación. La base de
datos debería incluir tanta de la siguiente información como sea posible, por
cada unidad geográfica:
- Solamente un nombre o número de identificación por cada unidad.
- Identificadores adicionales tales como pueblo o ciudad, condado y estado o provincia para cada unidad.
- El total de población o el número de electores inscritos por cada unidad.
También se puede incluir información
demográfica adicional, como el total de la población y la edad para votar por
raza o etnia por cada unidad.
El Uso de Información Geográfica Digitalizada
Si el
programa sobre sistemas de información geográfica (SIG) se utiliza para
desarrollar planes distritales, entonces la base de datos también debe incluir
información relacionada con la ubicación de la unidad geográfica (coordenadas
espaciales). Esta información permite a las computadoras generar de manera
automática mapas que reflejen cada que se asigne una nueva unidad geográfica a
un distrito.
El
Uso de Información Política
Si la Base de Datos incluirá información política,
entonces el registro de electores por partido político –en caso de estar
disponible- y los votos por candidato de elecciones previas, deberían ser datos
integrados para cada unidad geográfica. El número de elecciones previas que
será incluido en la base de datos depende de la disponibilidad de resultados
electorales anteriores, de la cantidad de tiempo requerida para ingresar los
resultados a la base de datos y de los recursos financieros disponibles para la
creación de esta base.
Si la
Base de Datos de redistritación incluye información política y demográfica, la
geografía electoral y poblacional, entonces, deben relacionarse una con otra.
Si este no es el caso, tendrán que ser igualadas.
Correspondiendo del Censo y la Geografía Electoral
Corresponder
la geografía del censo y la geografía electoral puede representar un desafío
total. El método más sencillo para igualar estas unidades es combinar las
unidades geográficas más pequeñas hasta que se aproximen a los límites de la
unidad más grandes. Si, por ejemplo, la información está disponible en unidades
tan pequeñas como pueden ser bloques o colonias, entonces estas áreas podrían amontonarse
hasta que igualen un recinto electoral
(área de votación). Por otra parte, si las unidades geográficas electorales son
más pequeñas, entonces pueden ser fusionadas para arrojar información política
para las piezas más grandes del censo geográfico (villas y pueblos, por
ejemplo). Siempre resulta más fácil ampliar las unidades geográficas que
fragmentarlas en niveles más pequeños.
Por su
parte, los tribunales en Estados Unidos a menudo piden a los estados a trazar
distritos a partir de la geografía censal y no, de los recintos electorales.
Estas condiciones pueden ser tratadas a través de una de las siguientes maneras:
- los recintos electorales y su propio información política pueden ser
fusionados hasta que se aproximen al censo por regiones;
- Por otra parte, los resultados electorales, de los recintos, pueden ser disgregados del censo por bloques.
Si los
delimitadores quieren cierta flexibilidad para poder trazar a un nivel más
pequeño como son los bloques (muchos estados lo hacen, y de hecho, prefieren
esta aproximación), entonces la información política descrita a nivel del recinto
tiene que ser desarticulada y distribuida entre los bloques que están dentro de
ese recinto electoral. Este proceso es difícil, e involucra un alto grado de estimación
y, por tanto, está sujeto a errores. Y debido a que es una tarea muy tediosa e
intensiva, la construcción de la base de datos absorberá una cantidad de tiempo
importante.