El sistema pluralista es el sistema de votación más antiguo y usado más frecuentemente. Es utilizado en las elecciones legislativas en los Estados Unidos y en la India -- las dos más grandes democracias liberales-- como también en el Reino Unido y algunas antiguas colonias británicas. Muchos de esos países también usan los distritos uninominales, los cuales deben ser rediseñados periódicamente para mantener relativamente la igualdad en la población.
Los proponentes del sistema electoral pluralista señalan tres ventajas: simplicidad, estabilidad y representación del electorado. El sistema pluralista es fácil de entender: los electores simplemente colocan una marca sobre su candidato preferido. El resultado de una elección bajo el sistema pluralista es también fácil de entender: el candidato que recibe el más alto número de votos gana. Esta regla de asignación es conocida como " el primero gana el puesto".
Debido a que su tendencia es producir un número desproporcionadamente alto de asientos para la mayoría del partido, los sistemas pluralistas producen usualmente fuertes gobiernos de partidos únicos. Pese a ello, en cambio, producen un sistema político estable porque no hay necesidad de formar coaliciones de gobierno.
Los sistemas pluralistas y los distritos uninominales
Los sistemas electorales pluralistas a menudo son asociados con distritos uninominales y con la regla de que el primero gana el puesto. El uso de distritos uninominales crea en todo caso un fuerte vínculo entre los representantes y sus distritos electorales. Debido a que cada representante está obligado para con un específico distrito geográficamente definido, la responsabilidad legislativa y el servicio al electorado se ven facilitados con este esquema. Para una mayor información sobre pluralidad, el "primero gana el puesto", (ver Mayoría Relativa).
Los sistemas pluralistas y distritos plurinominales
Unos pocos sistemas pluralistas usan los distritos plurinominales y reglas diferentes para la asignación de asientos en la legislatura. Las reglas de asignación para distritos plurinominales bajo los sistemas pluralistas incluyen lo siguiente:
Voto en Bloque. Este sistema de votación da a cada elector tantos votos como asientos o cargos a llenar. Los ganadores de una elección son los candidatos que reciben el más alto número de votos. Debido a que el voto en bloque permite al partido con la mayoría de los votos ganar todos los asientos en un distrito, el uso del sistema del voto en bloque resulta aún ser frecuentemente una gran distorsión de los asientos/votos que hace que el primero gane el puesto en la votación de un distrito uninominal. Para mayor información, ver Voto en Bloque.
Voto Limitado. Bajo este esquema de voto, cada elector está dando menos votos que el número de asientos a ser llenados. La expectativa bajo el voto limitado es que la mayoría de los partidos no será capaz de llevarse todos los asientos en un distrito electoral, si el partido minoritario presenta un limitado número de candidatos y si los afiliados de ese partido minoritario concentran sus esfuerzos en esos candidatos. Este esquema de votación es usado en España para elegir la cámara alta del Parlamento Nacional. Para más información, ver Voto Limitado.
Voto Unico no Transferible. Este sistema de votación es una variante del voto limitado: cada elector tiene un solo voto. El voto único no transferible fue usado en Japón para la elección de la Cámara Baja del Parlamento Nacional en 1994. Este voto aún es usado en Japón para elegir 152 de los 252 miembros de la Cámara Alta. Para mayor información, ver Voto Unico No-Transferible.
Conclusión
El proceso de delimitación de distritos electorales es importante porque la configuración de los distritos pueden afectar a los partidarios, y posiblemente aún la composición racial, étnica, religiosa o lingüística de la legislatura. El efecto puede ser intencional, como en algún partidario simpatizante del "gerrymandering", o puede no ser intencional. Aún los límites de los distritos electorales trazados por una Comisión de límites neutral, pueden favorecer a un partido sobre otros sin tener tal intención.