En muchos países que establecen distritos, suele señalarse mediante un mandato algún intervalo dentro del cual la delimitación debe ocurrir. En otros, notablemente Francia, no tienen este requisito. Aunque no hay un intervalo de tiempo estándar, el rango de tal intervalo para el proceso de delimitación no es particularmente grande. En Nueva Zelanda se trazan sus distritos electorales cada cinco años. Australia, al menos cada siete años y Estados Unidos, cada diez años siguiendo al censo que se practica con esa misma frecuencia.
En algunos países, el intervalo de tiempo estipulado para la redistritación ha sido cambiado periódicamente. En el Reino Unido, por ejemplo el primer hecho de redistribución de los asientos de la Cámara de los Comunes en 1944 requirió entre 5 a 7 años. La ley fue cambiada en 1958 para realizar la delimitación entre 10 o 15 años, debido a que los miembros del parlamento y los partidos políticos objetaron las alteraciones frecuentes en la constitución de los límites. En 1992, el intervalo fue acortado a un período de 8 a 12 años, porque la disparidad de la población ha sido producto de las poco frecuentes delimitaciones.
Por supuesto, el establecimiento de un intervalo, mediante mandato, no significa que necesariamente la redistribución ocurrirá. India no tiene delimitados sus distritos electorales desde 1973, no obstante que existe una estipulación legal que le exige una delimitación después de un censo cada diez años. Por un acuerdo político, la redistribución en la India ha sido suspendida hasta fines de siglo.
La desventaja de la infrecuencia de la delimitación son las amplias discrepancias en la población de los distritos que a menudo implican trabajo extra. Los distritos que son trazados con muy poca desviación de población al comienzo de la década, por ejemplo, pueden variar considerablemente en tamaño hacia el fin de la misma.
Australia ha adoptado un solución única para su problema. En vez de usar las actuales figuras de inscripción, los distritos electorales federales son rediseñados utilizando proyecciones, tales como el número de electores inscritos en tres años y medio más, que viene a ser el punto medio del proceso de redistritación en Australia, el cual dura 7 años. Para mayor información acerca de este proceso, ver el caso de estudio sobre, Redistribución Federal en Australia.
Conclusión
Las desventajas de las frecuentes delimitaciones son el costo en dinero y el tiempo necesario para emprender el proceso. Además, frecuentemente los cambios de los límites de los distritos perturban los lazos entre los representantes y su electorado. Para determinar el intervalo óptimo, los países deben equilibrar los costos de delimitación con los beneficios del mantenimiento de los distritos con alguna medida de igualdad de población.