Debido a que las prácticas de delimitación de distritos, o redistritación, varían enormemente en el mundo, existen pocos principios para guiar el proceso de delimitación. Los países difieren sobre puntos fundamentales, tales como que tan imparcial e independiente puede y debe ser el proceso del parlamento o de consideraciones de carácter político. Pero hay tres principios generalmente aceptados:
- La representatividad
- La igualdad de fuerza del voto
- La reciprocidad
Representatividad
Los límites de los distritos electorales deben ser trazados de manera tal que el electorado tenga la oportunidad de elegir a los candidatos que sientan que verdaderamente los representan. Esto usualmente significa que los límites de los distritos deben coincidir con las comunidades de interés, tanto como sea posible. Las comunidades de interés pueden ser definidas de varias formas. Por ejemplo, pueden tratarse de divisiones de tipo administrativo, vecindarios étnicos o raciales, o bien comunidades naturales delineadas por fronteras físicas (tales como las islas). Si los distritos no están compuestos por comunidades de interés, como quiera que sean definidas estas últimas, puede resultar difícil que un solo candidato represente a todo el electorado de un distrito.
Independientemente de sus características o creencias políticas, un representante que sirve al electorado y trabaja para proteger sus intereses en la legislatura puede ser premiado con la re- elección ,si el electorado lo percibe como un representante efectivo.
Igualdad de la fuerza del voto
Los límites de los distritos electorales deben ser trazados de manera tal que los distritos sean relativamente iguales en términos de población. La igualdad poblacional de los distritos le permite a los electores tener un voto del mismo peso en la elección de representantes. Si, por ejemplo, un representante es elegido en un distrito que tiene el doble de la población que otro, los electores en el distrito más grande tendrán la mitad de la influencia que los electores del distrito pequeño. Los distritos electorales que varían mucho en su población, violan un principio central de la democracia: todos los electores deben ser capaces de emitir un voto de igual peso o fuerza.
Reciprocidad
El procedimiento para establecer los distritos electorales debe estar claramente explicado en la legislación, de manera que las reglas que regulan el procedimiento sean las mismas, sin importar quien sea responsable de trazar los límites de los distritos.
Si el proceso de redistritación ha de ser apartidista, entonces todos los partidos políticos deben abstenerse de tratar de influir en los resultados. Por el contrario, si se permite que intereses políticos tomen parte en el proceso, se les debe brindar acceso a todos los partidos políticos.
Si la legislatura está a cargo del trazado de los límites de los distritos electorales, entonces cualquier partido político que gane una mayoría en la legislatura tendrá una oportunidad para controlar el proceso.
Estas reglas deben ser claramente entendidas y resultar aceptables por todos los partidos políticos y los partícipes en el proceso de redistritación.