Mientras no hay limitación para el proceso de redistritación en algunos países, otros imponen rígidas limitaciones a la duración de este proceso de delimitación. La existencia o ausencia de un plazo legal, de cualquier modo, no necesariamente describe el tiempo que actualmente toma rediseñar los distritos.
Ni Estados Unidos ni el Reino Unido imponen un límite de tiempo obligatorio para la terminación del proceso de establecimiento o delimitación de los distritos. Aunque no hay una ley electoral y pocas constituciones estatales ponen limite de tiempo, el plazo para presentar una candidatura para las futuras elecciones del congreso sirve como un plazo práctico para la redistritación federal en Estados Unidos. Si una legislatura estatal no completa la configuración dentro del plazo para la presentación de la candidatura, los tribunales intervendrán o trazarán un plan elaborado por ellos mismos o implementarán un plan propuesto por uno de los partidos que haya sido presentado al tribunal. Por lo tanto, en la práctica, si no hay un período legalmente impuesto, el tiempo para el proceso de redistritación en los Estados Unidos es de dos años -- comenzando con la fecha que numera la versión del censo de la década y concluyendo con el plazo para la clasificación de los candidatos para la primera elección del Congreso de la década.
En el Reino Unido, el proceso de delimitación puede tomar más del doble del tiempo empleado en Estados Unidos. En el hecho, la versión de un informe de la Comisión de Límites de Inglaterra en 1983, tomó siete años para completarlo. El último informe de la Comisión de Límites Inglesa, fue completado en 1995 , tomó cuatro años para prepararlo.
Por el contrario, la distritación en Australia y Nueva Zelanda toma menos de un año. En 1984 por ejemplo, Australia emprendió una extensa redistribución. Los distritos para 125 asientos de la Cámara Baja, fueron rediseñados para crear 148 nuevos distritos. Todo el proceso -- diseño de las proposiciones, desarrollo de preguntas del público y modificaciones de las proposiciones para producir un plan final-- tomó solamente seis meses para completarlo. Antes de 1993, la Comisión de Representación en Nueva Zelanda fue requerida para publicar un plan final no más allá de seis meses después que las deliberaciones formales comenzaron. De cualquier modo el acto electoral de 1993 no consideró esta restricción.
Dos factores que aparecen afectando la duración del tiempo necesario para el proceso de delimitación son: idear un proceso de preguntas al público y establecer si a la legislatura le está permitido debatir o modificar el plan de configuración. La elaboración de un proceso de consulta pública utilizado en el Reino Unido aumenta considerablemente el tiempo necesitado para la redistribución de los distritos (ver el caso de estudio del Reino Unido, El Proceso de Redistritación en el Reino Unido, para una descripción del proceso de consulta pública en este país). En Canadá, la mayor fuente de postergación ha sido tradicionalmente el Parlamento. Una restricción de 60 días fue eventualmente asignada en el Parlamento para la revisión del plan federal de redistribución propuesto.
Dada la naturaleza política del proceso de delimitación en Estados Unidos, es digno de destacar como es rápidamente completado. Las legislaturas en muchos estados son responsables para trazar las líneas y promulgar el plan final de redistritación del congreso. La razón en parte de la rapidez del proceso en muchos estados es la falta de cualquier estructura de participación del público en el proceso de delimitación. Mientras algunos estados mantuvieron audiencias públicas durante el proceso de delimitación en 1991, es dudoso que estas audiencias hayan conducido a modificaciones significativas en cualquier plan de delimitación.
Conclusión
La mayor desventaja de un prolongado proceso de delimitación es la misma que aquella asociada con un largo intervalo de tiempo entre las redistribuciones: grandes desviaciones de población pueden resultar. En Inglaterra, por ejemplo, hubo abiertas discrepancias en distritos cuya población siguió la redistribución de 1983 porque la Comisión de Límites rediseñó los distritos electorales con los ciudadanos inscritos contados desde 1976, el año en que el proceso de redistribución comenzó.