Los países varían el grado de centralización del proceso de delimitación de los distritos, pudiendo encontrarse en este tema una gama muy variada. Al principio de este espectro, el proceso de la delimitación, es muy descentralizado, con las entidades regionales, como los estados o provincias responsables para trazar sus propios distritos electorales federales. Pocos consejos o guías federales, si los hay; son suministradas para estas entidades estatales. En el otro lado del espectro están aquellos países en los cuales una sola agencia central está a cargo del trazado de los distritos para todo el país. En la mitad de esta variada gama, se encuentran los países que han establecido agencias centrales, pero estas agencias, actualmente no trazan distritos electorales. En su lugar, ellas pueden establecer parámetros a seguir por las comisiones regionales, cuando estas últimas estén trazando los límites de los distritos y las agencias centrales pueden supervisar los procesos federales de redistritación.
Estados Unidos queda en el extremo del espectro: el proceso de redistritación es muy descentralizado. Una vez que en el Congreso de los Estados Unidos se prorratean los asientos del congreso con los estados, cada uno de los cincuenta estados es responsable para trazar el número de distritos asignados dentro de sus fronteras. Cada estado adopta su propio procedimiento de configuración y determina también sus propios criterios. Hay algunas indicaciones provenientes de los gobiernos federales y de los tribunales, de todas formas, ellas en su mayor parte inciden en el área de la igualdad de la población y el derecho a voto de las minorías.
Australia y Canadá países con sistemas federales, al igual que Estados Unidos, han adoptado procedimientos que son más centralizados. En Australia fueron establecidas, en cada estado al final del siglo pasado, comisiones separadas para la redistribución de los distritos electorales. Canadá tomó prestada esta práctica en 1964 cuando determinó que la redistribución federal debía ser conducida por comisiones independientes establecidas en cada provincia. De cualquier forma, ambos países Canadá y Australia establecieron comisiones estatales y provinciales encargadas de crear los distritos electorales federales de acuerdo a un conjunto uniforme de criterios para su redistribución. Ambos países también establecieron algún grado de coordinación central para la redistribución federal.
Elecciones Canadá, una agencia federal permanente, coordina el proceso de redistribución federal en Canadá llevando junto la presidencia de la comisión la discusión antes de que empiece el proceso. Elecciones Canadá también suministró a cada comisión provincial, una base de datos para la redistritación y personal de soporte entrenado.
En Australia, el comisionado electoral --la cabeza administrativa y uno de los tres miembros de la Comisión Electoral Australiana -- tiene un asiento en cada una de las Comisiones de Redistribución estatales, encargadas de la redistribución federal. Los otros dos miembros de la Comisión Electoral Australiana son agregados para formar la Comisión de Redistribución federal aumentada dentro de cada estado.
En muchos otros países, el proceso de delimitación es centralizado en una sola agencia federal que traza los distritos para todo el país. En Alemania, un comité permanente constituído por siete miembros, determina los límites de los distritos para todo el país (aunque cada estado tiene injerencia dentro del proceso). En Nueva Zelandia, la Comisión de Representación de siete miembros se encarga de la redistribución para todo el país. En Francia, el Ministro del Interior trazó líneas para los distritos cuando los distritos uninominales fueron restaurados en 1986. Y en India, cuando la última redistribución ocurrió en 1973, una Comisión de Delimitación condujo administrativamente el proceso para todo el país.
Conclusión
La mayor ventaja de un proceso de delimitación centralizado es que el criterio puede ser interpretado o aplicado sin variación regional y, como un resultado, el distrito puede ser más uniforme en su construcción. La principal ventaja de un proceso descentralizado es que los límites de los distritos son trazados por individuos que están más familiarizados con la geografía regional, comunidades de interés y otras circunstancias locales.