En 1993 Nueva Zelandia adoptó un nuevo sistema electoral, siguiendo el modelo de sistema electoral utilizado en Alemania desde 1949. Conocido por los neo zelandeses como el sistema electoral mixto proporcional, (MMP) éste es usado para elegir una sola cámara de la legislatura. La Cámara de Representantes tiene 120 miembros (MPs), 67 de los cuales son elegidos por distritos electorales uninominales y el resto (53) provenientes de lista cerrada nacional de partidos.
Debido a que el sistema electora de Nueva Zelandia incluye distritos electorales uninominales, las redistribuciones electorales continuas son emprendidas tomando en cuenta el aumento y movimiento de la población. Un único aspecto del sistema electoral de Nueva Zelandia es la estipulación hecha para garantizar la representación de los descendientes de la población aborigen Maori. En la actualidad son cinco los distritos electorales Maori, que cubren todo el país y se extienden a los 60 distritos electorales generales.
Características Distintivas
Desde 1887 la redistribución electoral en Nueva Zelandia ha tenido cuatro características distintivas, una de las cuales es protegida por una estipulación reservada en la ley electoral de 1993. Ninguna estipulación reservada puede ser enmendada a menos que el 75% de todos los miembros del Parlamento (MPs) respalden una proposición de cambio, o la mayoría de los electores apruebe el cambio en un referéndum. Las características distintivas del proceso son:
Frequente. Las redistribuciones tienen lugar tan pronto como es posible después de cada censo efectuado cada 5 años. Desde que el largo período parlamentario es restringido a un máximo de tres años, cada redistribución se aplica, como mucho, a dos elecciones.
Uso de una comisión independiente. Las redistribuciones son llevadas a cabo por un cuerpo estatutario conocido como la Comisión de Representación. Aunque dos de sus siete miembros son nombramientos "políticos", los otros son miembros sea " por designación" ( esto es, ellos son miembros por virtud de las posiciones que ellos mantienen dentro de Nueva Zelandia en gran parte de servicios públicos políticamente neutrales) o, en el caso del presidente nominado por otros comisionados. De esta manera, los nombramientos "políticos" no pueden dejar fuera a los comisionados no políticos. (Cuando la comisión redefinió los distritos electorales Maori, aumentó a otros tres miembros -- el Jefe Ejecutivo del Ministro de Desarrollo Maori y dos designaciones "políticas adicionales" para suministrar una perspectiva de la comunidad de intereses Maori).
Igualdad de distritos electorales. Los distritos electorales están basados en el total de la población (adultos y niños) y no en electores que pueden variar más o menos en un 5% del promedio (determinado por la división del total de la población de cada una de las islas del norte y sur y de la población electoral Maori por el número de distritos electorales). Así, tanto como sea posible, todos los votos tienen aproximadamente el mismo valor.
Las decisiones finales. La Comisión de la Representación debe publicar su decisión final no más allá de seis meses después del comienzo de las deliberaciones formales. Una vez publicado, las decisiones tienen la fuerza de ley y ningún otro cambio puede ser hecho. Desde que los políticos de Nueva Zelandia no pueden evitar una redistribución implementada desde el inicio, el proceso es efectivamente sacado desde la arena política. ( Esta limitación de tiempo es el único criterio que no es atrincherado desde la ley Electoral de 1993).
Miembros de la Comisión de Representación
Los cuatro miembros de la Comisión de Representación -- el Inspector General , el Gobierno estadístico, el Funcionario Jefe Electoral, y el presidente de la Comisión Local de Gobierno -- suministra expertos en las áreas de topografía y mapas, distribución de población, administración electoral y las relaciones entre los límites de los distritos electorales propuestos y los límites territoriales de los gobiernos locales. Desde que el presidente de la Comisión del Gobierno Local es nombrado por el gobierno, él o ella no tienen voto.
Los dos miembros "políticos" son nombrados por el Gobernador - General sobre la nominación de parlamento; uno representa al gobierno y el otro a los partidos de oposición. Mientras la intención original fue que ellos podrían actuar largamente como escudriñadores para convencerse a sí mismos y a sus partidos que el proceso de redistribución ha sido dirigido imparcialmente y dentro de las reglas establecidas, en los años más recientes ellos han llegado a ser partícipes mucho más activos. Ambos tienen un voto, y a ambos (o sus diputados nombrados) se les debe permitir estar presente en las reuniones antes de que el requisito del quórum se resuelva.
Desde que la presente comisión fue constituida en 1956 el presidente (quien es nombrado por otros comisionados) ha sido siempre un miembro de la judicatura. Con la excepción de la presidencia de las reuniones de la comisión, el o ella debe estar satisfecho(a) que el criterio para la redistribución aplicado según lo dispuesto en la Ley electoral sea digno de confianza y no han sido influenciado por consideraciones políticas. La composición de las comisión suministra electores con un compromiso que las consideraciones políticas no se entrometerán indebidamente en el proceso de redistribución.
Las Reglas de la Redistribución
La mayor o menor variación del 5% del promedio electoral es el único criterio obligatorio. Con tal que esta cuota electoral sea encontrada , la comisión es libre para tomar en cuenta la existencia de los límites electorales, comunidades de interés, vínculos de comunicación, características topográficas y cualquier cambio proyectado para la población de los distritos electorales durante su existencia. Esta tolerancia de la desviación muy estrecha de población, minimiza las posibilidades del gerrymandering, pero una consecuencia importante es que las redistribuciones son rara vez más que un ejercicio aritmético. El resto de los criterios, la preservación de los límites electorales existentes usualmente es un rango que varía escasamente sobre los otros. Mientras esto ayuda a restringir cambios amplios, esto es significativo solo donde los movimientos de población no dictan mayores cambios.
Procedimientos de Redistribución
Hay claramente nueve etapas identificables en el procedimiento de redistribución:
1. El número y distribución del total de población, usualmente residentes, es derivado de los censos practicados cada cinco años. El análisis de esos datos puede tomar más de un año después del día del censo.
2. La opción Maori es mantenida por un período de cuatro meses después del censo, tiempo en el cual a las personas descendientes se les da la oportunidad de escoger en cual padrón electoral desean inscribirse, o en el registro General o en el Maori.
3. La información del censo y la opción Maori son combinadas para permitir a la oficina de estadísticas del gobierno calcular la población electoral general para cada isla del norte y del sur, el número de distritos electorales Generales a que la isla del norte tiene derecho (la isla del sur ha fijado un número de asientos), y la población Maori y el número de distritos electorales.
4. EL inspector general distribuye la información sobre la población Maori a todo lo largo de los electorados existentes utilizando unidades estadísticas pequeñas llamadas bloques de conciliación. Cada uno de éstos normalmente contiene poco más doscientas personas. Se producen varios grupos alternativos de límites y son enviados a otros comisionados quienes seleccionan uno o más grupos para mejor desarrollo. Después de este trabajo preliminar, el inspector general convoca a una comisión de representación. Tiene seis meses a partir de la fecha de la primera reunión formal para finalizar su trabajo y publicar sus decisione (en redistribuciones anteriores los límites preliminares han sido señalados en mapas que muestran las bloques de conciliación de la población. Los avances tecnológicos hacen probable la eventual compurarización de esta etapa en un futuro próximo).
5. Antes de comenzar los detalles del escrutinio, los partidos políticos representados en el parlamento, y cualquier miembro independiente de este último son invitados a efectuar proposiciones. Debido a que en esta etapa, los límites provisionales, son confidenciales, estas proposiciones tienden a centrarse en cómo cada partido piensa debieran ser interpretadas las reglas de redistribución. En el pasado, la comisión ha encontrado que estas proposiciones son de una importancia limitada.
6. Una vez que estas proposiciones han sido completadas, el Inspector General detalla los límites provisionales que él ha desarrollado, y explica y justifica sus propuestas. El resto de los comisionados examina el bosquejo y lo varía donde sea necesario. Su meta es llegar a una definición lo más buena posible manteniéndose dentro del criterio prescrito. Aunque la confidencialidad absoluta de esta etapa es demandada, a los nombrados "políticos" le es permitido discutir las proposiciones con un pequeño número de personas provenientes de los partidos, ellos representan como la comisión desarrolla su plan propuesto.
7. En la conclusión de esta etapa, los mapas propuestos por la Comisión son publicados junto con un resumen de las razones de la decisión inicial de la comisión, y publica las observaciones invitadas. Al menos un mes es permitido para realizar objeciones, y otras dos semanas son permitidas para publicar la presentación de observaciones contrarias. Las objeciones provienen de una variedad de fuentes: partidos políticos, miembros individuales del Parlamento, autoridades estatutarias y funcionarios ad hoc, electores individuales, grupos comunitarios, ocasionalmente administradores envueltos en el manejo de las elecciones. Esta es la única oportunidad que el público tiene para hacer propuestas.
8. Una vez que el periodo de presentación de objeciones contrarias ha sido cerrado, las audiencias públicas posibilitan a los objetores para poner sus argumentos directamente a la comisión. Las audiencias son mantenidas mientras haya un número suficiente de objetores, usualmente esto ocurrirá en los centros más poblados.
9. Los límites propuestos para los distritos electorales por la comisión son entonces reconsiderados a la luz de las objeciones del público, y los distritos electorales definitivos, contra los cuales no hay derecho a apelar, son determinados. Los mapas detallados de los electores cubren todas las partes del país y la descripción legal de cada distrito electoral es preparada para acompañar el informe de la Comisión. La publicación del informe o reporte marca la conclusión del proceso de redistribución aunque la comisión mantenga su existencia hasta la noche del próximo censo que se efectuará cada cinco años.
Aunque no es formalmente parte del proceso de redistribución, una completa re- inscripción de los electores hábiles tiene lugar luego que la Comisión de Representación ha anunciado su decisión final. La inscripción de un elector es obligatoria y el estado, a través de sus agencias, el Centro de Inscripción Electoral, reasigna a todos los electores inscritos a sus nuevos distritos una vez que la redistribución es completada. Una carta de re inscripción es enviada a cada elector, su terminación y retorno confirma la re inscripción. En la época de la última re inscripción masiva de electores, aproximadamente el 85% respondió dentro del período de dos meses de campaña. Muchos del resto de los re inscritos fue el resultado de una campaña intensiva en los meses previos a la próxima elección.
Costos
El proceso de redistribución de Nueva Zelandia es un ejercicio de bajo costo. Un total de $NZ 1.89 millón, a lo largo de los dos años financieros, ha sido presupuestado para la redistribución programada para 1998 -- un promedio de $NZ 0.78 por cada elector inscrito al momento de la elección general de 1996 . El costo de la re inscripción de electores es grande y promedia aproximadamente $NZ 3.78 por cabeza incluyendo el costo de los acuso recibo oficiales para cada elector.
Evaluación
En cuanto a medidas contrarias a su definición característica, el proceso de redistribución en Nueva Zelandia ocupa una posición alta. Las estrechas variaciones permitidas desde el establecimiento de la cuota electoral minimizan la posibilidad de gerrymandering, y asegura que todos los votos son razonablemente iguales en valor. Los miembros de la comisión dominados numéricamente por los nominados no políticos aseguran que la influencia de los partidos políticos no está entrometida, mientras, que al mismo tiempo, la presencia de los designados políticamente garantiza que las sugerencias políticas no son ignoradas. El tiempo limitado para que la comisión sea requerida para adherirse , y la finalidad de sus decisiones, entrega ciertamente para todo el proceso y aceptación general de los resultados. A pesar de esto, de cualquier modo, una oportunidad amplia es permitida para los grupos de interés y los individuos para participar en las deliberaciones de la comisión.
Hay, de todas formas, algunas desventajas. Los movimientos de población y la estrecha tolerancia de la población, cuando unos cuantos distritos electorales de Nueva Zelandia con un tamaño relativamente pequeño, limitan seriamente los intentos de la comisión de mantener intactos los grupos de interés. También a menudo, las comunidades establecidas han sido rotas, a pesar de la enérgica oposición de los residentes locales, porque la variación de la cuota permitida es insuficiente para acomodar de otro modo las que son objeciones razonables. Este es un factor de desestabilización el cual, con el tiempo, puede terminar en carreras políticas prematuramente.
Además, la presencia continua de nombramientos "políticos" aparece en el futuro como resultado probable de un incremento de fricciones. Bajo el ahora descartado sistema electoral pluralista dos partidos fueron abrumadoramente dominantes, y el nombramiento de dos personas para representar al gobierno y la oposición no causó grandes dificultades. Con la adopción del sistema electoral MMP, de todas formas, muchos partidos ganan probablemente la representación parlamentaria. Así, el nombramiento de una persona para representar a los partidos de gobierno y a otro para representar a todos los partidos de oposición está probablemente creando tensiones en el futuro.
Los últimos 20 años han sido marcados por un incremento de la politización del proceso de redistribución y está visto que es probable que esto continuará. Los procedimientos de la redistribución electoral en Nueva Zelandia son, de cualquier modo, suficientemente robustos para asegurar que los políticos y los intereses políticos no sean capaces de dominarlo.