Una distinción entre los países con comisiones a cargo de la delimitación de los distritos y países donde el Congreso, las comisiones electorales o agencias gubernamentales conducen la delimitación es el acceso del público al proceso. Muchos países que han adoptado comisiones neutrales, han incorporado medidas de acceso al público como parte de las reformas para limitar la influencia de los legisladores y partidos políticos en los procesos de delimitación.
Uno de los objetivos de la ley de establecimiento de l'mites electorales de 1964 en Canadá, fue incrementar la conciencia de involucrarse en el proceso de redistritación. La ley, basada en el proceso de redistritación canadiense, tomó prestada la práctica australiana de garantizar al público una oportunidad de presentar sugerencias u objeciones a las proposiciones de la Comisión. Hoy en Canadá, una vez que cada una de las Comisiones electorales independientes tiene completas sus propuestas, publica el mapa en un periódico local, el público en general es invitado a presentar escritos breves o representaciones orales ante una audiencia pública dada por la comisión. Las Comisiones han recibido cientos de comentarios provenientes de una amplia gama de fuentes: partidos políticos, miembros del parlamento (MPs), candidatos al Parlamento, activistas políticos y miembros interesados del público que han ofrecido comentarios sobre el plan de redistribución federal propuesto. El plan de delimitación o configuración ha sido a menudo revisado después de estas audiencias.
Aunque el proceso de configuración de Australia ha sido modificado, hasta Canadá incluso, tomó prestado estas modificaciones, la participación del público es todavía una parte importante de este proceso. En 1983, por ejemplo, el proceso fue cambiado para dar al público dos oportunidades de ofrecer comentarios sobre el plan de delimitación propuesto. Los cuatro miembros del Comité de Distribución de Australia reciben sugerencias provenientes del público, partidos políticos, candidatos y miembros del Parlamento antes de comenzar a bosquejar el plan. Una vez que el Comité de Redistribución ha completado un plan, la Comisión Electoral aumentada, publica el plan propuesto para las objeciones del público, si hay alguna, y luego produce un mapa final. La única vía de los legisladores en Australia para realizar comentarios a un plan de configuración es a través de las audiencias públicas. Para mayores detalles sobre el proceso de la consulta pública de Australia, ver Redistribución Federal en Australia.
En el Reino Unido, el proceso de consulta pública es similar, aunque sólo es convocada si las autoridades locales o un mínimo de 100 electores objetan el mapa propuesto. En todo caso, el proceso le toma al Reino Unido mucho más tiempo que en otros países. La razón es que se puede llevar a cabo una segunda consulta, si el plan propuesto es modificado y las nuevas objeciones son puestas en relieve. El proceso de la consulta pública es descrito en detalle en el caso de estudio del Reino Unido, El Proceso de Redistritación en el Reino Unido.
En países sin procedimientos estándares para la participación del público, el litigio puede ser la única vía para desafiar el plan de delimitación. En los Estados Unidos, las organizaciones de derechos civiles, los grupos de interés y los ciudadanos interesados frecuentemente llevan adelante juicios si ellos estiman que un plan de delimitación es injusto. Una consecuencia de ello, es que el número de juicios sobre redistritación es enorme, mucho más alto que en cualquier otro país. El aumento del acceso público al proceso de configuración puede o no reducir el número de demandas en contra del proceso de redistribución en los Estados Unidos, debido a que hay otras razones también para la proliferación de juicios. Pero, una gran cantidad de público accediendo al proceso, haría ciertamente que el proceso de distritación aparezca más abierto y democrático.
Conclusión
La primera ventaja para garantizar el acceso del público al proceso de delimitación es que los resultado son probablemente vistos como más justos, si el proceso es percibido como abierto y accesible. En países con sistemas electorales pluralistas o mayoritarios, garantizar el acceso del público al proceso puede ser especialmente importante debido a la tendencia de los distritos uninominales para distorsionar las relaciones entre el porcentaje de votos que un partido político recibe y el número de asientos que el partido político gana.