Los partidarios de los sistemas de mayoría absoluta reclaman que estos sistemas tienen todas las ventajas de un sistema pluralista: simplicidad, estabilidad y representación del electorado. Un sistema mayoritario es relativamente fácil de entender para los electores, este tiende a producir gobiernos fuertes y estables, y cada territorio electoral es representado por un único legislador. Un beneficio adicional del sistema mayoritario es que cada representante tiene el respaldo de la mayoría de sus electores.
Bajo un sistema pluralista, un candidato puede ser elegido con menos de la mayoría de los votos. En el hecho, el porcentaje de los votos necesarios para ganar puede ser totalmente bajo, dependiendo del número de candidaturas en competencia para el cargo y la extensión de votos entre los candidatos que aparecen en la cédula electoral. Para prevenir la victoria de un candidato que gane un asiento con menos del 50% de los votos, las reglas de decisión establecidas bajo los sistemas de mayoría absoluta, estipulan que el candidato ganador debe recibir una mayoría absoluta de los votos -- 50 por ciento de los votos más uno. Simplemente el requisito de una mayoría de los votos, con ninguna otra estipulación, crea la posibilidad de una elección con más de dos candidatos no produciendo un ganador absoluto. Los países con sistemas electorales mayoritarios han adoptado una de las dos soluciones para este problema: una segunda elección o el voto alternativo.
Sistema de dos turnos
La característica central de los sistemas de dos turnos o de segunda vuelta es la exigencia de un requisito para una segunda elección, que consiste en que la primera elección no arroje un candidato con una mayoría absoluta de votos. Bajo un sistema de dos turnos, las votaciones pueden ocurrir en dos días separados, a menudo una semana o más pasa entre una y otra. La primera elección es conducida de la misma manera como en un sistema pluralista, el primero que gana se lleva el puesto. A menudo, si esta elección no produce un candidato con más del 50% de los votos, una segunda vuelta será necesaria. Las reglas sobre quién puede participar en la segunda vuelta, varían dependiendo del país y de todos modos si se trata de una elección presidencial o legislativa.
Bajo un sistema de "mayorías desempatan", por ejemplo, si ningún candidato recibe una mayoría en la primera votación, es llamada una segunda elección. Los únicos candidatos en la segunda elección son los dos candidatos que recibieron las más altas mayorías relativas en la primera elección. Este sistema es usado a menudo en las elecciones presidenciales. Este sistema es también usado en los Estados Unidos para las elecciones del Congreso, en algunos estados del sur.
Bajo el sistema "mayoritario pluralista", por otro lado, no hay reducciones drásticas en el número de candidatos en la segunda elección . El ganador de la segunda vuelta en un sistema de mayoría absoluta es el candidato que recibe la mayoría de los votos, sea o no la mayoría de los votos obtenidos. Pueden ser establecidos algunos umbrales para permanecer en la segunda vuelta.
El sistema de dos vueltas es más asociado comúnmente con Francia, donde es usado el sistema mayoritario pluralista para la elección de los representantes a la Asamblea Nacional. Las reglas electorales para la Asamblea Nacional, estipulan que solamente los candidatos que obtienen el respaldo de a lo menos el 12,5% del electorado inscrito son titulares para competir en la segunda vuelta en la siguiente semana. El candidato que obtiene el más alto número de votos en esta segunda elección es declarado ganador. Para mayor información sobre el sistema de la segunda vuelta, ver Doble Ronda .
Voto alternativo
El voto alternativo está más precisamente referido a un sistema "mayoritario- preferencial ". Bajo este sistema, los electores no sólo indican su primera preferencia entre los candidatos, sino que también el orden alternativo de sus preferencias. Para ganar, un candidato debe obtener una mayoría de votos. Para determinar el ganador, el número de las primeras preferencias es determinante. Si un candidato gana una mayoría de primeras preferencias, él o ella será declarado(a) ganador (a). Si el candidato no obtiene una mayoría de las primeras preferencias de los electores, el candidato con el menor número de primeras preferencias es eliminado. Las segundas preferencias de los electores que hicieron de esta candidatura su primera preferencia, entonces son distribuidas entre los otros candidatos. Si esta redistribución no produce una mayoría para uno de los restantes candidatos, el proceso de eliminación y transferencia de votos continúa hasta que una mayoría es producida para uno de los candidatos. El voto alternativo es usado en Australia para la elección de la Cámara de los Representantes. Para mayor información, ver Voto Alternativo.
Conclusión
Los sistemas mayoritarios pueden y hacen, producir resultados electorales desproporcionados que es lo mismo que ocurre en los sistemas electorales pluralistas que se observan al comparar los asientos ganados versus la votación obtenida. Esto no es una sorpresa, dado que ambos sistemas cuentan exclusivamente con los distritos uninominales. El proceso de configuración de distritos en un sistema mayoritario es, por lo tanto, tan importante como lo es en un sistema electoral pluralista.