El marco jurídico que rige las elecciones puede
medirse en relación con las normas internacionales, evidentemente, pero siempre
debe tener también como referencia el contexto nacional. En el camino hacia la
democratización, el punto de vista del observador influirá a la hora de valorar
si la reforma es suficientemente sustancial o rápida. Suele ser fruto de la
interacción de numerosas partes interesadas, cada una de las cuales defiende
sus propios intereses. La reforma electoral en Jordania es un caso de estudio
interesante en este sentido.
Jordania es una monarquía constitucional cuyo
Gobierno conforman el Jefe de Estado (el Rey); el ejecutivo, del que forman
parte el Primer Ministro y el Consejo de Ministros; y la Asamblea Nacional
legislativa, con dos cámaras: la Cámara de Diputados y el Senado[i].
La naturaleza del derecho electoral en Jordania
ha sido un motivo principal de enfrentamiento entre las facciones políticas,
que se ha intensificado sin cesar y ha adquirido una dimensión más pública
desde el estallido de la Primavera Árabe. Por supuesto, el sistema electoral no
es más que otro de los retos que afronta el país, pero se trata de una cuestión
muy visible y específica. La convulsión política de los últimos años se hace
patente en el hecho de que el Rey ha nombrado a cinco primeros ministros desde
el comienzo de la Primavera Árabe.
Finalmente, el rey Abdullah decidió disolver la
Cámara de Diputados elegida en 2010 cuando se cumplía aproximadamente la mitad
de su mandato, y anunció la celebración de elecciones anticipadas a finales de
2012 o principios de 2013. Como prueba del impulso reformista, se aprobaron
nuevas leyes electorales con miras a la elección del futuro Parlamento.
Posteriormente, la recién creada Comisión Electoral Independiente de Jordania
anunció que el 23 de enero de 2013 se celebrarían elecciones anticipadas para
elegir a los miembros de la Cámara de Diputados, el único órgano cuyos miembros
eligen directamente los ciudadanos jordanos.
Desde 1993, el sistema electoral de Jordania
relativo a la Cámara de Diputados se ha basado en el sistema de voto único no
transferible. Al contrario que la mayoría de los sistemas electorales, el
sistema de voto único no transferible “combina los distritos con pluralidad de
miembros con una norma por la que se emite un único voto a un candidato
determinado. Con este sistema, es frecuente que obtengan escaños candidatos que
cuentan únicamente con el apoyo de una pequeña minoría de los electores”[ii]. Desde su introducción, el sistema de voto único no
transferible ha sido discutido por la oposición, que considera que la ley
obstaculiza el desarrollo de los partidos políticos y favorece la elección de
candidatos individuales que a menudo representan a los grupos tribales y no a
una plataforma política[iii]. Otra de las críticas que se plantean es que el
sistema es fácilmente manipulable, al existir variaciones en los distritos en
cuanto al número de votantes por diputado parlamentario, que oscila entre 8.000
y 46.000[iv].
El 19 de junio de 2012, el Parlamento atendió a
las demandas de reforma del rey Abdullah y aprobó una nueva ley electoral. La
ley electoral de junio dio paso a un sistema mixto en el que cada votante
dispone de dos papeletas: una correspondiente al sistema de voto no
transferible para los distritos y otra para los candidatos que compiten a
escala nacional en el marco de un sistema de representación proporcional[v].
También se amplió la Cámara de Diputados, que pasó de 120 a 140 escaños, de los
cuales 17 se reservaban a las listas nacionales (en las que se encuentran,
entre otros, los partidos políticos) según el sistema de representación
proporcional. El número de escaños reservados para garantizar la representación
de las mujeres se aumentó de 12 a 15[vi].
De manera acorde con las posturas inflexibles que
caracterizan la reforma electoral en Jordania, “20 diputados amenazaron
con dimitir —dos incluso llegaron a las manos— a causa de la propuesta de ley.
Horas después de su aprobación, el líder del Frente de Acción Islámica (FAI),
Hamza Mansour, la tachó de “mero cambio cosmético con la intención de ganar
tiempo e insuficiente para lograr una verdadera reforma”[vii]. Se habló inmediatamente de boicotear las
elecciones.
El 29 de junio, en respuesta a la amenaza de
boicot, el rey Abdullah solicitó al Parlamento que convocara una sesión
extraordinaria. El 4 de julio de 2012, el Gobierno propuso aumentar a 27 el
número de escaños de representación proporcional nacional[viii]. También se incrementó el tamaño de la Cámara de
Diputados, que pasó a tener 150 escaños.
No obstante, la versión enmendada de la nueva ley
electoral “provocó en el acto protestas airadas en todo el reino entre la
oposición y los activistas defensores de las reformas”[ix]. Los Hermanos Musulmanes declararon que su rama política,
el FAI, boicotearía las elecciones de enero de 2013. Otros elementos de la
oposición anunciaron un boicot electoral en la misma línea[x].
Por una parte, el rey Abdullah y sus partidarios
afirman que los cambios en la ley electoral son significativos. El embajador
jordano en Londres escribió a finales de octubre de 2012 que “[e]s la primera
vez en la historia de Jordania que se introduce una lista nacional que
complementa el sistema de votación. Esta medida persigue fomentar la
participación y la representación de los partidos políticos”[xi]. Más allá de las reformas electorales legislativas,
se comunicó que “[d]e acuerdo con la hoja de ruta del Rey, el 23 de enero se
celebrarán elecciones al Parlamento que posteriormente elegirá al Primer
Ministro. Antes, tal elección era prerrogativa del Rey”[xii]. Asimismo, “[e]l Rey también ha propuesto que el
próximo gobierno provenga del propio Parlamento, de los principales partidos y
grupos parlamentarios que formen coaliciones tras las elecciones”[xiii].
Por otra parte, el movimiento opositor ha
planteado una serie de demandas entre las que se encuentran la abolición de la atribución
del Rey para disolver el Parlamento, el control parlamentario sobre la
formación del Gobierno, la elección directa de la Cámara alta y una ley
electoral mixta que asigne el 50% de los escaños a las listas nacionales de
acuerdo con un sistema de representación proporcional, correspondiendo el 50%
restante a los distritos electorales, de manera que los votantes puedan votar a
todos los candidatos de su distrito[xiv].
Así pues, es evidente que existen dos
percepciones totalmente diferentes sobre lo que constituye una reforma
sustancial del marco jurídico de las elecciones y un ritmo aceptable. Según un
observador de la política jordana, “la polarización ha alcanzado niveles
potencialmente peligrosos”[xv]. Otro comenta que “[c]uando diversas fuerzas de la
oposición consideran que las elecciones no son creíbles, se aprecian indicios
reales de inestabilidad”[xvi].
Sin embargo, queda margen para avanzar en la
reforma electoral. En octubre de 2012, el Rey reconoció que “esta ley electoral
no es perfecta, todos lo entendemos, pero no hemos logrado consensuar una
alternativa mejor. Lo fundamental es que sigamos avanzando”[xvii]. A pesar de su boicot a las próximas elecciones, el
número dos de los Hermanos Musulmanes en Jordania manifestó en noviembre de
2012 su “fe en que aún queda mucho tiempo para reconsiderar el camino político
jordano”. Demandó “una mesa de diálogo nacional sobre el aplazamiento de las
elecciones y el replanteamiento de la hoja de ruta de la reforma política”[xviii].
El proceso de reforma electoral puede ser
enormemente complicado, y es preciso escuchar y dar cuentas a las diversas
partes interesadas. Para que esto resulte posible en cualquier situación, el
diálogo sigue siendo un elemento imprescindible.
[i] Sitio
web del Foro Europeo para la Democracia y la Solidaridad. “Jordan Update” [Actualización sobre Jordania], 27
de julio de 2012, p. 1
[ii] Kao, Kristen, “Jordan’s Ongoing Election
Law Battle” [La batalla electoral
en curso en Jordania], Dotación Carnegie para la Paz Internacional,
sitio web del diario SADA, 5 de julio
de 2012
[iii] Sitio web del Foro Europeo para la Democracia
y la Solidaridad, p. 3
[iv] Kao, Kristen
[v] Ibid.
[vi] Ryan, Curtis, “Jordan's high stakes
electoral reform” [La arriesgada
reforma de Jordania], sitio web de Foreign Policy, 29 de junio de 2012.
[vii] Kao, Kristen
[viii] Ibid.
[ix] Ryan, Curtis, “Jordan's high stakes
electoral reform” [La arriesgada
reforma de Jordania].
[x] Sitio
web de noticias de la BBC, “Jordan teeters on edge of political instability”
[Jordania se tambalea presa de la
inestabilidad política], 27 de octubre de 2012.
[xi] Sitio web de The Economist, “Our article on Jordan” [Nuestro artículo sobre Jordania], 26
de octubre de 2012.
[xii] Halaby, Jamal, “Jordan's king pushes
elections as reform path” [El rey
de Jordania convoca elecciones como vía para la reforma], sitio web de
noticias de Yahoo, 23 de octubre de 2012.
[xiii] Ryan, Curtis, “Jordan's high stakes
electoral reform” [La arriesgada
reforma de Jordania].
[xiv] Yaghi, Mohammad, “Jordan’s Election Law:
Reform or perish?” [La ley
electoral de Jordania: ¿reformar o morir?], sitio web de Fikra Forum, 4
de octubre de 2012.
[xv] Ryan, Curtis, “Jordan's high stakes
electoral reform” [La arriesgada
reforma de Jordania].
[xvi] Sitio web de noticias de la BBC, “Jordan
teeters on edge of political instability” [Jordania se tambalea presa de la inestabilidad política].
[xvii] Sitio web de Democracy Digest, “Jordan:
dialog, not regime change, the route to democratic reform?” [Jordania: ¿Es el
diálogo, y no el cambio de régimen, el camino hacia la reforma democrática?], 9 de octubre de 2012.
[xviii] Muawad, Hasan, “Jordan needs electoral law
reform, says Brotherhood deputy” [Jordania
precisa una reforma de la ley electoral, afirma el número dos de los Hermanos
Musulmanes], Al Arabiya, 2 de
noviembre de 2012.