Por supuesto, uno de los instrumentos más fundamentales
de la administración electoral es el voto propiamente dicho, y el acto
principal de una elección es la emisión del voto. Sin embargo, al igual que
muchos otros aspectos de la administración electoral, la manera en que se emite
el voto está sujeta a la innovación. A pesar de que numerosos países han
llevado a cabo votaciones electrónicas, en la gran mayoría de los casos se han
necesitado sistemas paralelos para verificar el conteo, y en algunos casos el
escrutinio se ha encomendado a empresas de automatización en lugar de a la
autoridad electoral. El recurso al voto electrónico va en aumento, con
excelentes perspectivas de desarrollo, especialmente debido al menor costo a
largo plazo; sin embargo, en la actualidad la mayoría de los procesos
electorales emplean papeletas con los nombres de los candidatos.
Existen dos tipos de papeletas de votación: las papeletas
únicas y las papeletas múltiples. La papeleta única incluye a todos los
candidatos que participan en las elecciones y los votantes deben marcar los
nombres que prefieren. En las papeletas de votación múltiples, cada candidato o
lista de partido tiene su propia papeleta, y los electores tienen que escoger
entre ellas. En este último caso, la administración electoral debe asegurarse
de que todas las papeletas se encuentran disponibles en cantidades similares y
que se colocan de manera no discriminatoria.
También debe distinguirse entre los sistemas
que solo permiten papeletas oficiales impresas y aprobadas por la
administración electoral y disponibles durante la jornada electoral; y los
sistemas que permiten papeletas aprobadas oficialmente y que la administración
electoral imprime para su distribución entre los simpatizantes, o incluso que
cada candidato o partido imprime antes de la jornada electoral. No cabe duda de
que el sistema más apropiado y generalizado es el uso de las papeletas de
votación únicas, impresas y distribuidas oficialmente por la administración
electoral. Permitir que los candidatos y partidos impriman y distribuyan sus
propias papeletas solo puede considerarse como una forma de promover la
propaganda electoral. De hecho, esta práctica presenta al menos tres
inconvenientes importantes. En primer lugar, puede ser utilizada para cometer
un fraude electoral, ya que reduce considerablemente las garantías del voto
personal y secreto. En segundo lugar, puede dificultar y retrasar el
escrutinio, puesto que puede causar incertidumbre sobre la validez de las
papeletas. En tercer lugar, aumenta el costo de las elecciones, dado que el
Estado está obligado a imprimir un número suficiente de papeletas, pero es
posible que el costo de las papeletas impresas por los partidos y los
candidatos se calcule como un gasto electoral que a menudo es reembolsado por
el Estado. Es más, “si el organismo electoral no gestiona adecuadamente la
adquisición, la distribución y el tipo de material electoral, pueden surgir
conflictos”[v].
En cuanto al contenido, en las papeletas deben figurar
los nombres de los candidatos y las listas de los partidos. Además, suele
incluirse el símbolo de la lista con el fin de que los votantes analfabetos
puedan votar. También pueden añadirse fotografías de los candidatos o los
dirigentes de los partidos, aunque implica mayores costos. Para facilitar la
votación, las papeletas también deben estar impresas en todos los idiomas
oficiales, y posiblemente en las lenguas más habladas. Por lo que se refiere a
la presentación de los candidatos en la papeleta de votación, sus nombres deben
ser del mismo tamaño, y el orden debe determinarse de manera justa, por ejemplo,
por sorteo[vi]. Teniendo en cuenta la cantidad de
papeletas necesarias, el empleo de colores o de papel de alta calidad puede
representar un gasto considerable. En general, el porcentaje del presupuesto
electoral que se invierte en papeletas es excesivo y, en algunos casos, es
posible que el empleo de papeletas costosas no esté justificado para garantizar
el derecho de sufragio libre.
La papeleta de votación, como herramienta de votación y
no como instrumento de propaganda política, debe tener un diseño sencillo, en
consonancia con el principio del voto libre y secreto. Deben evitarse las papeletas complejas, ya que
“pueden generar confusión en los votantes y también causar retrasos
en el voto y el recuento”[vii], así como ocasionar un mayor número de votos nulos[viii]. El diseño y la emisión de las
papeletas debe tener en cuenta, además, los aspectos económicos, organizativos
y ambientales. Sin embargo, en algunos países, especialmente en las democracias
recientes, se emplean papeletas con determinadas medidas de seguridad con el
fin de asegurar la credibilidad de los votos válidos. A pesar del aumento de
los costos que implican, esas medidas a veces son indispensables para evitar
las falsificaciones y garantizar que las únicas papeletas de votación empleadas
son las emitidas oficialmente (y contadas con exactitud) por la autoridad
electoral.
En algunos países, la papeleta tiene una matriz con un
número de serie para controlarlas mejor. Si se utiliza ese sistema, es muy
importante que se tomen medidas que aseguren que la papeleta es irreconocible y
no puede revelar la identidad del votante de ninguna manera[ix]. En definitiva, el secreto del voto está garantizado por
el derecho internacional.
Otras formas de preservar el secreto del voto y de
facilitar el control de las papeletas son las siguientes:
- pegar un sello oficial exclusivo de la mesa electoral en las papeletas
que se entregan a los votantes;
- disponer que uno o más funcionarios de la mesa electoral firmen el
reverso de la papeleta en blanco antes de entregarla al votante;
- emplear papeletas con talones numerados para controlar el número de
papeletas en la urna;
- usar un sello, en lugar de un bolígrafo, para marcar las papeletas;
- utilizar un papel grueso para las papeletas, a fin de que las marcas
no puedan verse en el reverso de la papeleta;
- imprimir papeletas con marcas de agua u otros sistemas para dificultar
su falsificación[x]; y
- las papeletas electrónicas.
[v] Foro de las Comisiones Electorales de
los Estados miembros de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo
(SADC) e Instituto Electoral de África Austral (EISA), Principles for
Election Management, Monitoring, and Observation in the SADC Region [Principio s
de administración, vigilancia y observación de las elecciones en la región de
la SADC] (Johannesburgo [Sudáfrica]: EISA, 2004), p. 25
[vi] Comisión Europea, Handbook for
European Union Election Observation [Manual de observación electoral de la
Unión Europea], 2.ª edición, (Suecia: Elanders Sverige AB, 2008), p. 77
[vii] Ibid., p.
77
[viii] Merloe, Patrick Promoting
Legal Frameworks for Democratic Elections: An NDI Guide for Developing Election
Laws and Law Commentaries [Promoción de marcos jurídicos para las
elecciones democráticas: Una guía del NDI para la formulación del derecho
electoral y comentarios a la legislación] (Washington D. C.: National
Democratic Institute for International Affairs [NDI], 2008), p. 54
[ix] SADC y EISA, Principles
for Election Management, Monitoring, and Observation in the SADC Region
[Principios de administración, vigilancia y observación de las elecciones en la
región de la SADC], p. 25
[x] Merloe, Patrick Promoting
Legal Frameworks for Democratic Elections [Promoción de marcos jurídicos
para las elecciones democráticas], p. 55.