Una característica fundamental del marco jurídico
electoral es la forma en que regula las actividades de los partidos políticos y
los candidatos.
Los partidos políticos pueden
participar ya sea por cuenta propia o asociados con otros. A veces los
candidatos se presentan a las elecciones como “independientes”, es decir, sin
afiliación a un partido. Algunos países permiten que otras organizaciones
políticas, incluidas las agrupaciones de individuos, tomen parte en las
elecciones, ya sea por cuenta propia o en asociación con partidos políticos
tradicionales (como sucede en el caso de México). Sin embargo, en el caso de
una democracia basada en la existencia de partidos políticos, es fundamental el
papel que desempeñan los partidos y sus relaciones con otras organizaciones.
En un proceso electoral, la regulación
de las actividades de los partidos políticos y los candidatos, especialmente en
lo relativo a la selección de los candidatos y las campañas electorales, es de
vital importancia. Para empezar, las leyes electorales deben establecer quién
está autorizado a presentarse, en qué condiciones y cómo se concede la
autorización. Por lo general, estos temas los regula la constitución (que
incluye el derecho fundamental de voto); no obstante, en algunos países las
normas fundamentales se establecen por ley. Aun así, lo importante es destacar
que deben abordarse todos los aspectos de las organizaciones y partidos
políticos. La normativa ha de ser detallada e incluir el régimen de
financiamiento, los derechos y privilegios de los miembros, las relaciones
entre las organizaciones y los candidatos, y la participación electoral, entre
otras cosas.