La estructura y funcionamiento de un
partido político pueden estar orientados por regulaciones externas, como normas
constitucionales o legales, por reglas internas, como sus estatutos, o por
ambos elementos. Sin embargo, sus prácticas pueden diferir de las normas
externas o internas que los regulan. Toda vez que los partidos políticos llevan
a cabo actividades clave para las democracias hoy en día, su funcionamiento
interno adquiere gran relevancia. Algunos de estos aspectos son la formulación
de políticas y los procesos de toma de decisión, el nivel de participación de
sus grupos y afiliados y la rendición de cuentas a que están sujetos sus
dirigentes.
Entre las estructuras organizativas más
comunes que conforman un partido político se encuentran las siguientes:
- Comité directivo o ejecutivo nacional
Se trata del órgano de gobierno
partidista que toma las decisiones y las lleva a efecto de manera cotidiana. La
decisión sobre quién es miembro de este órgano determina en buena medida el
funcionamiento del partido. La composición del comité ejecutivo nacional varía
entre los partidos políticos: en algunos casos sólo un reducido número de sus
líderes lo conforman, mientras que en otros, suele comprender a representantes
de distintos sectores o corrientes, como mujeres, oficinas locales o grupos
auxiliares.
También varía entre los partidos la
forma en que se designa a los integrantes de este órgano: en algunos casos los
partidos celebran elecciones para elegir a sus comités directivos, en las que
pueden tomar parte delegados de distintas organizaciones, mientras que otros no
lo hacen así. Cuando se llevan a cabo elecciones, es posible aplicar cuotas de
género o para grupos étnicos minoritarios. También hay diferencias de un país y
de un partido a otro en cuanto a la remuneración que perciben los miembros de
sus comités directivos. En algunos casos reciben un pago y en otros no. Este
elemento puede influir en el nivel de profesionalismo, responsabilidad y
dedicación de los comités directivos.
- Congreso o convención nacional
Por lo general, el congreso nacional es
el máximo órgano de decisión de los partidos y se reúne una o varias veces por
año. La asistencia puede comprender a delegados de las oficinas regionales o
locales, de grupos auxiliares o de sectores como el femenil o juvenil. Puede
ocurrir que también asistan simples afiliados. En algunos casos las resoluciones
del congreso son obligatorias para sus dirigentes, mientras que en otros se
limitan a emitir directrices o recomendaciones.
- Oficinas regionales y locales
La mayoría de los partidos políticos
suelen tener oficinas o sedes a nivel regional y local, las que en algunos
casos pueden llegar hasta cinco niveles jerárquicos desagregados. Las reglas
internas suelen delimitar los campos de decisión y competencia entre los
distintos niveles. Las oficinas regionales y locales suelen ser más o menos
independientes de la estructura nacional en términos de dirección, presupuesto
y conducción de las actividades de campaña. Lo usual es que las oficinas
locales jueguen un papel importante en relación al contacto partidista con el
electorado, la selección de candidatos y la conducción de campañas a nivel
local.
- Grupos auxiliares o sectoriales
Las mujeres y los jóvenes suelen
conformar los grupos auxiliares o sectoriales más comunes de los partidos
políticos en todo el mundo. Normalmente son parte de la organización partidista
y cabildean ante la dirigencia a favor de temas que son de especial interés
para sus miembros. La independencia de los grupos auxiliares varía en términos
de los derechos que tienen sus afiliados, sus presupuestos y su capacidad de
toma de decisiones. A menudo tienen derecho de enviar sus propios delegados a
los congresos o convenciones nacionales y, en algunos casos, incluso cuentan
con representación en el comité ejecutivo nacional. El grado de fraccionamiento
interno de un partido político suele denotar el nivel de heterogeneidad de su
estructura. En algunos partidos políticos, las corrientes o facciones se
organizan de manera independiente y eligen a sus propios líderes.
- Grupos afiliados
Este tipo de grupos generalmente no
forman parte de la organización partidista, pero suelen tener fuertes vínculos
con ella. Los sindicatos son un ejemplo típico de este tipo de grupos. En
algunos casos, la membresía al grupo afiliado implica automáticamente la
pertenencia al partido político. También es común que existan intercambios
financieros regulares entre los grupos afiliados y los partidos políticos,
aunque sus presupuestos se manejan por separado.