Debido a la muerte, renuncia o expulsión de un representante de las
filas de su partido, algunas veces quedan vacantes escaños en el Parlamento o
cargos públicos entre elecciones. En alguna medida, la frecuencia de las
vacantes de los escaños o cargos depende de la duración del encargo: entre más
corta sea su duración es menos frecuente que se produzcan vacantes.
Con este tema se relaciona la discusión sobre si los representantes
elegidos deben conservar o no su escaño cuando abandonan, o son expulsados por,
su partido político. Las legislaciones suelen resolver este asunto de distintas
maneras. Si se les permite conservar el escaño, no es necesaria una elección
extraordinaria, puesto que estaríamos hablando de un “cambio de bancada o
transfuguismo”.
¿Cómo reemplazar el escaño vacante?
Si un escaño queda vacante entre elecciones, en los sistemas de
representación proporcional por lista simplemente se ocupa con el siguiente
candidato de la lista, de esta forma se elimina la necesidad de celebrar una
nueva elección.
Sin embargo, en los sistemas de pluralidad/mayoría normalmente ocurre
que para ocupar el escaño vacante se tenga que realizar una elección
extraordinaria. Una elección de este tipo abre la posibilidad de que el escaño
lo ocupe un nuevo candidato y ofrece a los electores la oportunidad de expresar
su voluntad una vez más. Los electores pueden votar en forma distinta a la
anterior y así expresar su descontento con el gobierno. En los sistemas de
mayoría simple, las elecciones extraordinarias se celebran en el distrito
correspondiente bajo las mismas reglas que se aplicaron en las elecciones
generales pero por lo regular con otros candidatos. Así, puede ocurrir que las
personas que buscan mayor publicidad obtengan mayor atención en una elección
extraordinaria que en una elección general.
Efectos de las elecciones extraordinarias
Las elecciones extraordinarias son más pequeñas y, por consiguiente,
cuestan menos que las normales, pero aún así en algunos países pueden implicar
una carga presupuestal significativa y los escaños pueden quedar vacantes
durante un largo periodo debido a la falta de medios para organizar una nueva
elección. Este es un problema especialmente relevante en algunos países de
África, donde la epidemia de VIH/SIDA ha provocado un gran número de escaños
vacantes entre elecciones.
Como suele tomar tiempo la preparación y organización de una nueva
elección, el escaño o cargo puede quedar vacante por un tiempo. Esto puede
provocar problemas a las fracciones parlamentarias si requieren cada uno de los
votos de sus representantes para aprobar o rechazar una legislación.
En algunas circunstancias, las elecciones extraordinarias pueden tener
un impacto político más amplio que el del simple reemplazo de representantes en
lo individual y son consideradas como una prueba intermedia sobre el desempeño
del gobierno. Si el número de escaños vacantes que se tienen que renovar
durante un periodo parlamentario es grande, se puede propiciar un cambio en la
conformación de la legislatura y una alteración en la base del poder del
gobierno, incluso un cambio de gobierno.
La votación en las elecciones extraordinarias difiere generalmente de la
de la elección general, puesto que los electores pueden manifestar su descontento
con el gobierno en turno. Entre más se aproximen las elecciones extraordinarias
a la mitad del periodo legislativo, mayor puede ser el número de pérdidas que
el partido en el gobierno puede esperar. Más aún, como lo usual es que sólo se
elija a un representante a la legislatura en una elección extraordinaria, a
veces los electores se sienten inclinados a votar por partidos que no
obtuvieron mucho apoyo en las elecciones generales. Otra diferencia entre las
elecciones extraordinarias y las generales reside en que las primeras
normalmente reciben menos publicidad y los niveles de participación son
menores.
Siempre existe la posibilidad de evitar elecciones extraordinarias si se
eligen sustitutos de los representantes titulares. Si un miembro del Parlamento
necesita dejar su escaño, su sustituto simplemente lo releva. Además, el
sustituto puede participar en los trabajos parlamentarios y votar si el titular
padece alguna enfermedad o se encuentra de viaje.