Una cuota es una regla de asignación a través de la cual cargos, bienes
o funciones de orden político se distribuyen de acuerdo con una fórmula
predeterminada. Las cuotas para la representación de mujeres se aplican sobre
todo porque una distribución no regulada de los cargos o funciones provoca desequilibrios
o inequidades no intencionales. Con las cuotas se busca lograr un acceso más
igualitario o equilibrado de las mujeres al poder político mediante la
aplicación de medidas positivas.
Las cuotas de género pueden ser de tres tipos: constitucionales, legales
o voluntarias. En este último caso son adoptadas e instrumentadas
unilateralmente por los partidos políticos en lo individual.
Toda vez que las cuotas voluntarias no son ordenadas por la ley, no son
obligatorias y no existe ningún sistema para sancionar su incumplimiento. Sin
embargo, como suelen derivar de una decisión interna del propio partido, lo
usual es que sean respetadas como si tuvieran carácter legal y, por
consiguiente suelen ser igualmente efectivas.
¿Por qué las mujeres?33
- Las mujeres representan más de la mitad de la población y, por
consiguiente, tienen derecho a la mitad de los escaños o cargos (argumento de
la justicia).
- Las mujeres tienen experiencias distintas (biológicas o construidas
socialmente) que deben ser representadas (argumento de la experiencia).
- Las mujeres y los hombres tienen algunos intereses en conflicto y, por
tanto, los hombres no pueden representar a las mujeres (argumento del grupo de
interés).
Tipos de cuotas
Las cuotas partidistas internas se pueden establecer en tres niveles:
- Cuotas para los candidatos potenciales
Este tipo de cuotas se crea para ampliar las posibilidades de que en las
elecciones primarias los militantes, delegados o electores elijan tanto
candidatos hombres como mujeres. Las listas conformadas sólo por mujeres son
una forma de ampliar el espectro de potenciales candidatos al incluir un mayor
número de mujeres en la lista del partido que aquel que se hubiera presentado
de alguna otra forma.
- Cuotas para las listas de candidatos
La mayoría de las cuotas partidistas voluntarias se ubican dentro de
esta categoría en la que un determinado número o porcentaje de los lugares en
la lista de candidatos o del total de las candidaturas se reserva para mujeres.
Para que este tipo de cuota voluntaria sea realmente efectiva, suele combinarse
con criterios de ubicación en los que a las mujeres no sólo se les promete la
postulación, sino también incluirlas en posiciones donde tengan posibilidades
reales de ganar. A este mecanismo también se le denomina “doble cuota”. La
denominada “cuota de cremallera”, en que las mujeres son ubicadas en la segunda
de cada tres posiciones de una lista, es un ejemplo de ello. Las cuotas para
listas de candidatos existen en los sistemas de mayoría, pero suelen ser más
efectivas en los sistemas de representación proporcional.
En algunos casos, las cuotas en las listas de candidaturas buscan más
lograr un equilibrio de género que incrementar la participación de las mujeres
(aunque en la mayoría, si no es que en todos los casos, las mujeres son el sexo
subrepresentado). Con las cuotas se puede plantear, por ejemplo, que ningún
sexo debe tener más del 60% de las candidaturas, o que debe haber una
distribución igualitaria del 50%.
- Cuotas para representantes elegidos
Este tipo de cuotas apuntan al resultado de la elección. Un partido
político puede decidir que, del total de escaños que gane en una elección, un
cierto número o porcentaje corresponderá a las mujeres (ver el ejemplo de Níger).