Los partidos políticos y candidatos tienden a concederle cada vez más
importancia a los medios de comunicación, en particular a la televisión, para
realizar sus actividades de campaña, por ello buscan aparecer en ellos tanto
como sea posible. La televisión es considerada ampliamente como el instrumento
más importante para realizar campaña y comunicarse con los electores, sobre
todo en aquellos países en que tiene amplia cobertura y audiencia.
Si ha de contemplarse en la ley alguna regulación relacionada con lo que
pueden o no hacer los medios de comunicación durante una elección, es lógico
que esta regulación se aplique durante el periodo de campaña, o algún segmento
de él. Puede ocurrir que haya un periodo de la campaña durante el que se
apliquen las regulaciones específicas y otro en el que prevalezcan las prácticas
convencionales.
El periodo formal u oficial de campaña suele comprender un lapso previo
a las elecciones. Sin embargo las actividades orientadas a acceder un cargo
público usualmente se llevan a cabo durante un periodo mayor al oficial.
En algunos países también existen regulaciones que determinan la
vigencia de un “periodo de silencio”, esto es un lapso previo a la jornada
electoral durante el cual ya no se permite llevar a cabo actos de campaña y hay
limitaciones estrictas respecto a lo que los medios pueden transmitir, a fin de
que los electores puedan meditar su voto.
El uso de la tecnología se ha ido generalizando durante el periodo
pre-electoral de ciclos electorales recientes. Lo anterior incluye el envío de
mensajes de texto (SMS) mediante la telefonía móvil, que ya es de uso cotidiano
incluso en áreas rurales, así como el acceso a plataformas en línea (como
Facebook y Twitter) ya sea en cafés-internet o mediante equipos privados.
Ejemplos específicos sobre el tema son abordados en los estudios de caso.
Papel de los medios de comunicación en las campañas electorales
Un papel de los medios es informar a los ciudadanos sobre los partidos,
sus programas y candidatos así como contribuir a la formación de opiniones
informadas entre el electorado. Esta función puede incluir la difusión o
transmisión de material informativo proporcionado por el organismo electoral;
de manera complementaria o alternativa, los medios de comunicación pueden
producir sus propios materiales informativos o educativos sobre las elecciones.
El cometido general de la cobertura de los medios durante las campañas
electorales es difundir información de manera justa y objetiva. Esto se puede
lograr, por ejemplo, mediante medidas como una justa distribución de tiempos de
transmisión entre todos los partidos y candidatos, acuerdos “voluntarios” para
una cobertura noticiosa equitativa o debates entre los candidatos o líderes
partidistas. En primer lugar, es crucial asegurar que cada partido o candidato
independiente cuenta con acceso a los medios de comunicación, sobre todo a la
radio y la televisión, ya que la mayoría de los electores se informan sobre la
política a través de estos medios. Eso significa que un medio no debe influir
en la opinión pública otorgando tratamiento diferenciado a los distintos
partidos y candidatos. Sin embargo, también es frecuente que el propio medio
decida quién tiene acceso a los debates o programas de análisis.
En algunos casos, los medios buscan la simpatía del partido en el
gobierno, ayudándoles a manipular la información a su favor (sobre todo si los
medios son de carácter público), esto para que les brinden cobertura o
tratamiento favorables. Los intentos de manipulación pueden producirse mediante
el diseño de los programas, los reportes o las noticias, los programas de
análisis, e incluso en los programas no noticiosos, como los de
entretenimiento. Se puede tratar de difundir propaganda bajo el disfraz de
información pública objetiva por parte del gobierno. Los riesgos del mal uso
por parte del gobierno para fines de campaña se pueden limitar si se adoptan
leyes para regular el papel de los medios durante los periodos de campaña
electoral.
Las leyes y reglamentos relacionados con el papel de los medios en las
campañas electorales pueden determinar:
- Si los partidos y candidatos disponen de tiempos gratuitos para
publicidad.
- La fórmula para distribuir los tiempos y espacios entre los distintos
partidos y candidatos.
- Si se permite la publicidad comercial o pagada.
- Si se limitan los gastos de publicidad.
- Si se van a imponer restricciones a los tiempos o contenidos de las
transmisiones electorales.
- Los deberes de los medios para difundir material informativo o de
educación electoral.
- Si se garantiza el derecho de réplica.
- Si se pueden publicar los resultados de los sondeos y encuestas de
opinión.
- Si se aplican algunas disposiciones relacionadas con la difamación o la
calumnia.
Se piensa que los medios de comunicación de carácter público tienen un
deber especial para publicar o transmitir las declaraciones de todos los
partidos contendientes. Se acepta generalmente que los medios de comunicación
públicos tienen cierta obligación de permitirle a los partidos y candidatos
comunicarse directamente con el electorado sobre bases igualitarias, en tanto
que los medios privados tienen el derecho de publicar o transmitir con mayor
frecuencias las declaraciones de los partidos políticos o candidatos de su
preferencia.