Una gran cantidad de partidos políticos
cuenta con sus propios medios de comunicación para estar en contacto con sus
afiliados, simpatizantes y público en general. El tipo de medio lo determinan las
reglas que lo norman, en las que a su vez influye. La variedad y alcance de los
medios de comunicación atraviesa una etapa de transición, en gran medida por el
predominio de la tecnología como una vía para la difusión de contenidos y
porque el electorado y los miembros de los partidos utilizan una variedad de
esas tecnologías.
Los medios con los que suelen contar
los partidos políticos se ubican bajo tres categorías:
- Medios de propaganda partidista, suelen distribuirse principalmente
entre sus afiliados pero también pueden servir para llegar al público en
general. La propaganda de los partidos políticos suele quedar al margen de las
regulaciones generales sobre los medios de comunicación y, por lo general, en
estos medios se puede publicar o escribir lo que se quiera siempre y cuando no
se transgredan las prohibiciones relacionadas con actos de difamación o
calumnia. En algunos casos, la legislación electoral puede considerar a los
medios de propaganda partidista como parte de los gastos de campaña y, por
consiguiente, sujetar su funcionamiento a las regulaciones sobre el
financiamiento de campañas.
- Medios privados convencionales, que simplemente son propiedad del
partido o de alguno de sus dirigentes o miembros prominentes.
El funcionamiento de los medios
privados es a menudo regulado tanto por las leyes generales de medios como por
la legislación electoral. Independientemente de quién sea el propietario,
tienen que ceñirse a las normas y regulaciones vigentes. Cuando se trata de la cobertura de campañas, el marco legal
normalmente comprende los siguientes temas:
§ Distribución
de tiempos o espacios entre los distintos partidos y candidatos
§ Si está permitida la publicidad política
§ Responsabilidades de los medios en el manejo de
material de información electoral o educación al votante
§ Derecho de réplica ante hechos tergiversados en los
medios de comunicación
§ Periodos de veda o “de reflexión” previos a la
jornada electoral
§ Restricciones para la difusión de encuestas de
opinión
§ Políticas relativas a la difamación, la calumnia y
el discurso de odio
- Medios gubernamentales, cuando el gobierno y el partido
dominante están entrelazados. En estos casos, la operación de los medios que
utilizan fondos públicos debe ajustarse a las mismas reglas que cualquier otro
medio público, lo que en la práctica muy probablemente signifique que no puedan
realizar actos de campaña o proselitismo a favor del partido en lo absoluto.
Generalmente se acepta que los medios públicos no deben tener filiación
política en su cobertura editorial. Muchos argumentan que es una obligación de
los medios estatales darle voz a todas las corrientes de opinión y no ser el
instrumento de propaganda de ningún partido político. Además, tienen las
obligaciones específicas de proveer información al electorado y permitir el
acceso a los distintos partidos políticos.
El uso de recursos públicos para
campañas partidistas comporta las mismas implicaciones legales y éticas,
independientemente de que se trate de fondos, vehículos, edificios o estaciones
de radio. Por esa razón es frecuente que existan disposiciones legales que
expresamente protegen a los medios públicos de cualquier interferencia
gubernamental.