Las campañas electorales son el proceso a través del cual los
contendientes (partidos, candidatos o grupos de interés especial) buscan apoyo
electoral en una contienda para acceder a cargos públicos.44 Recientemente, muchos proveedores de
asistencia internacional, partidos políticos locales y otros actores
electorales, han adoptado un enfoque de ciclo para las campañas. Este enfoque
implica el periodo de preparación pre-electoral, el periodo electoral en sí
(incluido el día de la elección) y el de la estrategia post-electoral.45
El periodo de campaña es el que precede a una elección. Muchos países
han optado por definir un periodo fijo de campaña durante el que se aplican
reglas especiales a los partidos políticos, los candidatos y los medios de
comunicación. En la realidad, lo cierto es que las actividades de campaña para
buscar un cargo público normalmente se realizan por un periodo mayor al
oficialmente previsto por la ley. Otros países optan por no fijar legalmente
ningún periodo determinado para realizar actividades de campaña electoral.
En algunos países también existen regulaciones que determinan la
vigencia de un “periodo de silencio”, esto es un lapso de algunos días previos
a la jornada electoral durante el cual ya no se permite llevar a cabo actos de
campaña. Este tipo de regulaciones pueden limitarse únicamente a los medios
audiovisuales como la televisión o el cine.
Hay varios temas relacionados con la campaña que pueden afectar la
integridad y equidad de la elección. Entre ellos se pueden mencionar la
oportunidad de las elecciones, la capacidad para realizar campañas de manera
libre, la neutralidad de los oficiales electorales durante la campaña, la
seguridad de los contendientes y la posibilidad de acceso a los medios de
manera gratuita.
Factores que influyen en la campaña electoral
Las campañas electorales pueden variar significativamente de un país a
otro y de una elección a otra. Muchos factores influyen en la dinámica de las
campañas, por ejemplo, el tipo de cargo que está en disputa, las disposiciones
legales relacionadas con las campañas, los patrones culturales, el alcance de
los medios de comunicación, los sistemas electorales y de partidos, etc. Por un
lado, las estrategias de campaña se ven influenciadas por el contexto político
en el que se desarrollan y, por el otro, por los partidos políticos
contendientes (Kavanagh 2000).
Las campañas electorales pueden variar significativamente dependiendo
del sistema político. Un sistema presidencial propicia que las campañas se
centren en los candidatos, en tanto que los sistemas parlamentarios favorecen a
los partidos políticos (ver Farell 1996). En términos generales, en los Estados
federales se promueven las campañas descentralizadas, en tanto que los sistemas
políticos unitarios y centralizados propician campañas de alcance nacional.
El diseño del sistema electoral puede influir en la forma en que lleven
a cabo sus campañas los partidos y en la que se comporten las élites políticas.
El tipo de sistema electoral puede, por ejemplo, determinar el clima político
general, promover una fuerte competencia entre los partidos o promover la
construcción de alianzas. El diseño del sistema electoral también puede alentar
a los partidos a buscar bases de apoyo amplias y acomodarse a un amplio abanico
de intereses. Se dice que los sistemas de representación proporcional por
listas, donde los electores eligen entre partidos y plataformas políticas,
alientan la centralización de las campañas. Los sistemas de representación
proporcional también alientan a los partidos políticos a realizar actividades
de campaña en los distritos en que no son fuertes, porque buscan incrementar su
caudal de votación, independientemente del lugar de donde provengan.
Por otra parte, en los sistemas de pluralidad/mayoría, los votantes
suelen elegir entre candidatos, no entre partidos y programas. En un sistema de
distritos unipersonales, las campañas se enfocan en los candidatos en lo
individual y en los temas que son relevantes para ese distrito en particular.
El tipo de sistema de partidos también influye en las estrategias de
campaña. En los sistemas bipartidistas, que a menudo se desarrollan sobre las
bases de sistemas electorales de mayoría/pluralidad, las campañas suelen ser
altamente competitivas y los partidos pelean incluso por los votos marginales
para alcanzar la mayoría (ver Farell 1996). Por otra parte, en los sistemas
multipartidistas, que a menudo emergen de sistemas de representación
proporcional, los partidos no necesariamente compiten por los votos marginales,
porque no son cruciales para los escaños que logra el partido en el Parlamento.
Aún así, los principales partidos pueden competir intensamente entre sí en los
sistemas de representación proporcional, especialmente si han conformado
bloques opuestos y alianzas preelectorales.
En alguna medida, la disponibilidad de recursos financieros determina la
naturaleza de las campañas, especialmente su nivel de profesionalización.
44 Ver: Farrell, David M. “Campaign Strategies and Tactics”, en LeDuc, Lawrence/Niemi, Richard G./Norris, Pippa (1996): Comparing Democracies, Elections and Voting in Global Perspective, Londres: SAGE Publications.
Kavanagh, Denis (2000): “Campaigning”, en: Rose, Richard (Ed.): International Encyclopaedia of Elections, Londres: Macmillan, 29-31.
Nelson, Sue (2000) Acceso a los Medios, en ACE 1.0
45 Ver: PNUD — Programa Global de Apoyo al Ciclo Electoral (GPECS)