Un código de conducta para los partidos políticos es generalmente un
acuerdo voluntario sobre las reglas de comportamiento que ellos y sus
simpatizantes deben observar durante un periodo de campaña electoral. Sobre
todo en los países en transición donde el imperio de la ley no se ha arraigado
ni ha ganado confianza, el propósito de establecer un código de conducta puede
ayudar a que los partidos políticos convengan las reglas del juego e
incrementen la confianza en el proceso electoral. Los códigos de conducta en
los que se asume el compromiso de los partidos y candidatos para reunirse
regularmente durante el periodo de campaña pueden coadyuvar a evitar conflictos
violentos y a incrementar el apoyo de la opinión pública al proceso
democrático.
Un código de conducta para los partidos políticos se puede desarrollar
de distintas formas y puede tener un alcance distinto:
- Puede ser parte de la legislación
electoral, determinado por la autoridad soberana del país.
- Puede ser convenido por los partidos
políticos como resultado de negociaciones entre ellos o, de manera más usual,
de negociaciones moderadas o facilitadas por otra instancia.
- Puede ser convenido por los partidos y
luego consagrado en la ley.
- Puede ser elaborado por una instancia
distinta, como el organismo responsable de organizar las elecciones.
Códigos de conducta voluntarios
A menudo se enfatiza la importancia de suscribir códigos de conducta de
manera voluntaria, por razones como las siguientes:
- Es probable que los partidos políticos se sientan más comprometidos a
cumplir con acuerdos que aceptaron libremente.
- Los partidos que se adhieren voluntariamente a un código son capaces de
obligarse a sí mismos y a sus contrapartes a desarrollar conductas que podrían,
de no ser así, entrar en conflicto con mandatos constitucionales o
internacionales, como los de libertad de expresión y asociación.
- Al participar en el diseño, desarrollo y aplicación de un código
voluntario, los partidos políticos contribuyen positivamente a la cultura y
forma de realizar campañas electorales.
¿A quién se aplica el código de conducta?
Un código de conducta debe obligar expresamente al menos a:
- Los partidos políticos y candidatos independientes y;
- Mediante el control de cada partido, a sus dirigentes, oficiales,
candidatos e idealmente a sus miembros.
En la medida en que resulte pertinente de acuerdo a las circunstancias
propias de cada contexto, se debe esperar que un partido:
- Ejerza control sobre las actividades de
sus miembros y simpatizantes y;
- Sea responsable por violaciones al
código por parte de sus miembros y simpatizantes, o al menos haga un esfuerzo
deliberado para lograr que sus miembros y simpatizantes conozcan el código y se
motiven a cumplirlo.
Si un código de conducta suscrito de manera voluntaria es después
incorporado en la ley, es indispensable que se precise quién está obligado a
cumplirlo.
¿Durante qué periodo tiene vigencia el código?
El periodo puede diferir de un lugar a otro. En algunas circunstancias
se limita al periodo electoral que dispone la ley, en otros el propio código
puede determinar la duración de su vigencia.
Lo más recomendable es que el código37
se aplique desde el momento estipulado para el inicio de las campañas y hasta
la certificación de los resultados. Más allá de esto un código debería
aplicarse en cualquier periodo en el que se produzcan violaciones que puedan
tener efectos significativos sobre la integridad del proceso electoral. Esto puede
comprender los periodos de registro de los electores, de los partidos o los
candidatos, todos los cuales ocurren antes de que inicie el periodo oficial de
campaña.
Muchas de las disposiciones típicas de un código de conducta, por
ejemplo, las que se refieren o reiteran a los derechos humanos en general o los
derechos políticos en particular, son aplicables en todo momento.
Relación del código de conducta con la legislación electoral. La
legislación electoral generalmente establece los procedimientos y mecanismos
que se aplican para la atención y resolución de quejas e impugnaciones
relacionadas con el proceso electoral. Esas disposiciones difieren de un país a
otro, tanto en su contenido como en sus aspectos operativos y pueden influir en
la forma en que se haya cumplido el código de conducta. Por ejemplo, la
legislación electoral de un país puede contemplar distintos mecanismos para
manejar y resolver las violaciones al código de conducta.
¿Qué sanciones se aplicarían por violaciones al código?
La sanción básica, que se puede aplicar, prácticamente en todos los
casos es la de exposición pública de cualquier incumplimiento del código por
parte de un partido político o por parte de aquellas personas sobre las que el
partido tiene alguna responsabilidad. El tipo de sanción puede variar de un
país a otro.
Si el código de conducta se integra a la ley, es previsible que se
apliquen sanciones civiles o penales, así como sanciones electorales
específicas de carácter administrativo, como la descalificación de un partido o
candidato de una contienda.
Independientemente del tipo de sanciones que se establezcan, es
importante que los partidos y sus miembros sean capaces de comprender
claramente sus responsabilidades y obligaciones. Por consiguiente, es
importante que tanto las obligaciones como las sanciones estén clara y
expresamente indicadas en la ley.
Relación de un código de conducta con las leyes sobre los derechos
humanos. Normalmente, un código de conducta incluye las disposiciones
generalmente aceptadas referentes a los derechos humanos y a los derechos
políticos. Aún así, algunas de sus disposiciones más relevantes pueden ser:
- Aquellas que requieren la
autolimitación de los partidos en el ejercicio de sus derechos y;
- Los procedimientos que se pueden
aplicar cuando los derechos de distintos partidos entran en conflicto.
Las fórmulas deseables de autolimitación y los procedimientos para
manejar las situaciones de derechos en conflicto, pueden ser determinadas por
factores como los siguientes.
- Las tradiciones y la cultura política del país.
- Las amenazas que pueda enfrentar el derecho electoral.
- El marco institucional prevaleciente.
En el pasado, la importancia de las condiciones propias de cada país ha
reflejado una variación considerable en los contenidos de los códigos
nacionales.
Aplicación del código de conducta
Para que un código voluntario sea útil, los partidos políticos deben
estar comprometidos con él, concibiéndolo no sólo como un conjunto mecánico de
reglas, sino como un conjunto de principios que deben ser observados tanto en
su espíritu como en su letra. Ningún código puede anticipar y formular
disposiciones apropiadas para la gran diversidad de situaciones que se pueden
generar en el curso de una elección. En todo caso, un código de conducta tiene
que aplicarse con sentido común y buena fe.
Los partidos políticos que negocian un código de conducta deben esperar:
- Reunirse regularmente después de suscribir el código para examinar su
aplicación durante el periodo de campaña. El deber de participar en estas
reuniones puede incorporarse como una obligación en el propio código.
- Reunirse antes y durante las etapas iniciales del periodo de campaña
para discutir el código. Estas reuniones pueden representar pasos valiosos para
generar tolerancia durante el periodo de campaña.