Se debe tener en cuenta que los diferentes tipos de sistema electoral
propician distintos tipos de relación entre los candidatos y sus simpatizantes.
En general, se considera que los sistemas que utilizan distritos
unipersonales estimulan a los candidatos en lo individual a percibirse como
representantes de determinada área geográfica y a defender los intereses de su
electorado.
Los sistemas de mayoría simple tienden a alentar que los electores
elijan entre candidatos en lo individual y no entre partidos políticos y
programas. Un candidato popular independiente tiene, por tanto, mejores
oportunidades de éxito que en un sistema de representación proporcional. Esto
puede ser particularmente importante en el desarrollo de sistemas de partidos
en aquellos casos en que la política gira alrededor de vínculos familiares o de
clan y no está basada en organizaciones políticas fuertes. Además, se dice que
los sistemas de pluralidad/mayoría maximizan la capacidad del electorado para
deshacerse de representantes individuales que no cumplen con sus expectativas.
En contrapartida, es más probable que los sistemas que utilizan grandes
distritos pluripersonales generen la elección de representantes cuyas lealtades
fundamentales estén con su partido o con intereses de alcance nacional. Ambos
enfoques tienen ventajas, y esa es una de las razones por las que ha crecido la
popularidad de los sistemas mixtos que combinan la elección de representantes a
nivel nacional y a nivel local.
La cuestión de asegurar que los representantes rindan cuentas surge a
menudo en las discusiones relacionadas con los partidos políticos y los
sistemas electorales, especialmente en relación con los representantes elegidos
de manera individual. La rendición de cuentas a nivel individual reside en la
capacidad del electorado para verificar efectivamente que los representantes,
una vez elegidos, cumplan con las promesas que hicieron durante la campaña o
bien manifiesten incompetencia o desinterés para cumplir con ellas.
Las relaciones entre los electores, los representantes y los partidos
políticos no sólo se ven afectadas por el sistema electoral, sino también por
otras disposiciones del marco legal como la duración de los mandatos, los
mecanismos que regulan las relaciones entre los partidos políticos y sus
representantes en cargos públicos o aquellos que sólo permiten que los
representantes se cambien de partido si renuncian a su escaño en la
legislatura. La libertad de los votantes para elegir entre candidatos y no
entre partidos es otro aspecto de la rendición de cuentas.