Son varios los elementos del sistema electoral que pueden influir en la
organización, magnitud y forma de hacer campaña de los partidos políticos y en
las oportunidades de los candidatos independientes.
Uno de los elementos más importantes es la capacidad del sistema de
convertir los votos en escaños o cargos de manera proporcional. Esta capacidad
depende en buena medida de la magnitud del distrito, esto es, el número de
representantes que se eligen en cada distrito o demarcación electoral.
En los sistemas electorales de mayoría relativa, voto alternativo o
doble ronda, los distritos son unipersonales, esto es, la magnitud del distrito
es de uno: los electores eligen un solo representante.
En contrapartida, todos los sistemas de representación proporcional,
algunos de mayoría, como los de voto en bloque, y otros como el de voto
limitado o voto único no transferible, utilizan distritos en los que se elige a
más de un representante. Bajo cualquier sistema proporcional, el número de
representantes que se elige en cada distrito determina en gran medida que tan
proporcionales son los resultados de la elección.
Por lo general existe una fuerte correlación positiva entre la magnitud
promedio de los distritos y la magnitud promedio de los partidos políticos. La
magnitud de un partido es un factor importante para determinar quién será
elegido. Si sólo se elige a un candidato de un partido en un distrito, es
probable que ese candidato sea varón y miembro del grupo social o étnico
mayoritario en la jurisdicción. Si se eligen dos o más, las fórmulas mixtas
pueden tener un mayor efecto, haciendo posible que un mayor número de mujeres o
de representantes de las minorías resulten elegidos.
Es probable que los distintos tipos de sistema electoral fomenten
diferentes tipos de sistemas y organización de los partidos. Los sistemas
políticos altamente centralizados que utilizan listas cerradas de
representación proporcional son más proclives a fomentar organizaciones
partidistas fuertes; por el contrario, los sistemas descentralizados, como el
de mayoría simple, pueden tener el efecto opuesto. El tipo de sistema electoral
puede influir en el tipo de sistema de partido que se desarrolla. El sistema de
mayoría simple, por ejemplo, suele alentar sistemas bipartidistas, en los que a
menudo se configuran un partido de izquierda y uno de derecha con posibilidades
de alternarse en el poder. Por otra parte, los sistemas de representación proporcional
alientan la formación de varios partidos políticos y, por tanto, tienden a
reflejar de mejor forma las diferencias políticas e ideológicas de una
sociedad.
El diseño del sistema electoral es crucial para comprender la posición
de los candidatos individuales dentro del sistema político. Los distintos tipos
de sistemas electorales propician relaciones diferentes entre los candidatos en
lo individual y sus simpatizantes. En general, se considera que los sistemas
que utilizan distritos unipersonales estimulan a los candidatos en lo
individual a percibirse como representantes de determinada área geográfica y a
defender los intereses de su electorado. En contrapartida, es más probable que
los sistemas que utilizan grandes distritos pluripersonales generen la elección
de representantes cuyas lealtades fundamentales estén con su partido o con
intereses de alcance nacional.
El diseño del sistema electoral puede influir en la forma en que los
partidos llevan a cabo sus campañas y en el comportamiento de las élites
políticas. Se dice que los sistemas de listas proporcionales, en los que los
electores eligen entre partidos y programas, fomentan la centralización de las
campañas. Los sistemas de representación proporcional también alientan a los
partidos políticos a realizar actividades de campaña en los distritos en que no
son fuertes, porque buscan incrementar su caudal de votación,
independientemente del lugar de donde provengan. Por otra parte, en los
sistemas de pluralidad/mayoría los votantes suelen elegir entre candidatos, no
entre partidos y programas. En un sistema de distritos unipersonales, las
campañas se enfocan en los candidatos en lo individual.
Adicionalmente, bajo un sistema de pluralidad/mayoría, un partido puede
abandonar prácticamente la campaña en los distritos donde considere que no
tiene oportunidad de ganar.