La distribución de carácter igualitario puede tener las siguientes
variantes o modalidades:
- Se da una cantidad igual a todos los partidos o candidatos que compiten
en la elección
Esta fórmula puede ser muy costosa y plantear el riesgo de que
participen partidos políticos que estén más interesados en obtener beneficios
financieros que en ganar la elección o influir en la política.
- Se otorga una cantidad igual a todos los partidos políticos que
obtuvieron un determinado número de cargos o escaños en la última elección
Al restringir la asignación de fondos a
los partidos que han alcanzado cierta representación se limita el riesgo de
beneficiar a aquéllos que no constituyen una seria alternativa electoral,
aunque también puede desalentar a los partidos y candidatos que contienden por
primera vez. Este riesgo se puede agravar debido a que todos los sistemas
electorales tienden a reducir el número de partidos que alcanzan escaños o
cargos de elección y, por lo tanto, tienden a discriminar a los partidos
pequeños. Esta discriminación permite que el partido elegido pueda tomar
decisiones, pero puede tener un efecto no intencionado de mayor alcance si el
número de escaños o cargos se utiliza en la fórmula para calcular o determinar
el financiamiento público. Esta fórmula se basa en la distribución de fondos
entre partidos políticos, por lo que es común en aquellos países cuyos sistemas
electorales privilegian a los partidos y no a los candidatos.
- Se entrega una cantidad igual a todos los partidos políticos y
candidatos representados en la legislatura nacional
Si se dan fondos públicos a todos los
partidos y candidatos que alcanzan representación, todavía se corre el riesgo
de desalentar a los partidos pequeños y a los nuevos, pero al menos se permite
la inclusión de un mayor número de fuerzas políticas.
- Se asigna una cantidad igual para todos los partidos y candidatos que
obtuvieron un determinado número de votos en la última elección
Se amplía más el espectro de
beneficiarios si se asigna una cantidad igualitaria de fondos públicos a todos
los partidos y candidatos que alcanzaron un determinado volumen de apoyo
popular, aunque no hayan alcanzado el umbral de votación requerido para tener
representación, es decir para ganar uno de los cargos o escaños en disputa.
Para estos efectos suele pedirse entre uno y dos por ciento de la votación
emitida.
La distribución proporcional se refiere al sistema en el que los
partidos y candidatos reciben mayor financiamiento entre mayor sea el número de
candidatos presentados, votos recibidos o cargos ganados. Entre los principales
criterios para realizar una asignación proporcional se pueden mencionar las
siguientes formas de distribución:
- En proporción al número de candidatos postulados
La distribución de fondos dependiendo
del número de candidatos postulados para una elección tiende a utilizarse más
en países con sistemas electorales basados en partidos políticos y no en
candidatos.
- En proporción al “grado de representación” de la lista de candidatos
postulados
En ocasiones, el financiamiento público
se utiliza para incrementar la participación de grupos subrepresentados,
alentando a los partidos políticos a postularlos.
- En proporción al financiamiento privado recaudado (fondos o subvenciones
compensatorios)
Una crítica recurrente al
financiamiento público de partidos y candidatos es que se tornan independientes
del apoyo de sus miembros y simpatizantes. Esta independencia plantea el riesgo
de no escuchar las opiniones o no representar los intereses de sus miembros y
simpatizantes. Para contrarrestar este riesgo, se han establecido los
denominados sistemas de fondos compensatorios, a través de los cuales los
partidos y candidatos reciben fondos públicos en proporción del financiamiento
que obtienen de sus miembros y simpatizantes. Esta fórmula puede operar en
detrimento de los partidos pequeños o de reciente creación que pueden enfrentar
dificultades para desarrollar campañas exitosas de recaudación de fondos.
- En proporción a los escaños o cargos obtenidos
Como se ha mencionado, todos los
sistemas electorales tienden a discriminar a los partidos pequeños con la
finalidad de conformar órganos que puedan tomar decisiones. Esta discriminación
puede tener más alcances y plantear mayores desventajas si los fondos se
distribuyen dependiendo del número de escaños o cargos obtenidos.
- En proporción a los votos recibidos
Un sistema que asigna fondos en
proporción a los votos obtenidos en la última elección sigue representando
desventajas para los partidos pequeños o de nueva creación, pero en menor
medida que el sistema que asigna los fondos públicos en función de los cargos o
escaños obtenidos.
- En proporción al número de afiliados del partido o a otra prueba de
apoyo
La distribución de fondos públicos
basada en los escaños o votos obtenidos deriva de la idea de que los partidos
deben probar su nivel de apoyo público antes de recibir los beneficios del
financiamiento. Otras fórmulas para asegurar que el partido cuenta con respaldo
popular o social se basan en número de afiliados registrados. Esto puede
permitir a los nuevos partidos mayores oportunidades de acceso a los fondos
públicos al comprobar el apoyo público con el que cuentan. Sin embargo, los
niveles de membresía no son un indicador automático del apoyo que obtendrá un
partido en una elección, además, es difícil que la autoridad electoral
verifique la veracidad o precisión de estos registros.
Finalmente, hay sistemas en los que se
favorece a los partidos políticos con necesidades especiales en el
acceso a fondos públicos con miras a garantizar condiciones de equidad en la
competencia. A continuación se citan algunos ejemplos de criterios de
asignación basados en necesidades especiales:
- Se asignan fondos a los nuevos partidos políticos
Es conveniente que los sistemas estén abiertos a la presencia de nuevos
partidos y con frecuencia se considera que el financiamiento es un mecanismo
para preservar el status quo en aquellos sistemas en que los partidos
políticos establecidos permanecen en el poder en buena medida porque se
benefician de los fondos públicos. Esto se puede contrarrestar brindando a los
nuevos partidos políticos financiamiento especial.
- Se asignan fondos a los pequeños partidos políticos
Los criterios de asignación que se basan en el número de escaños o votos
obtenidos en la última elección operan en detrimento de los pequeños partidos
políticos. Por ello en algunos casos se destina un porcentaje del
financiamiento público para apoyar en específico a los pequeños partidos cuando
se considera que es deseable contar con ellos. En otros casos, se puede aplicar
una fórmula de distribución proporcional que funcione a favor de los pequeños
partidos si se establece que, por ejemplo, un porcentaje inicial de los votos
se convierta en un mayor monto de financiamiento en relación a los porcentajes
adicionales.
- Se asignan fondos a los partidos o candidatos de minoría
El financiamiento público se puede utilizar para fomentar la
participación de grupos subrepresentados. Los partidos que postulen candidatos
de minorías pueden recibir fondos especiales o quedar exentos de cumplir con
los umbrales de votación para beneficiarse del financiamiento público.