La lista periódica de electores se crea para un proceso electoral
específico. Se desarrolla para utilizarse una sola vez y se desarrolla una
nueva para cada elección. No es una lista permanente que tenga que actualizarse
o ser ajustada entre las elecciones. Se produce durante un lapso relativamente
reducido que precede a la elección para la que será utilizada, Hay dos formas
de realizar una lista periódica:
- Por
iniciativa del Estado o la autoridad competente
- Por
iniciativa de los individuos
En el primer caso, la autoridad electoral contacta a las
personas como ocurre en Japón, Benín, Argentina, Cabo Verde, Australia y
Bélgica, o las registra a través de visitas domiciliarias como en Sierra Leona. Este es un sistema
efectivo para desarrollar una lista electoral actualizada, precisa y completa.
Involucra la contratación y capacitación de un gran número de oficiales que trabajarán
durante un periodo de tiempo relativamente corto. Además, se requiere contar
con procedimientos para contactar a las personas que no estén en su casa
durante las visitas. Se recomienda que los organizadores hagan un ejercicio de
reflexión sobre qué información proveer a los oficiales de registro al inicio
de su trabajo: una simple lista de direcciones o datos más
específicos sobre los residentes de cada domicilio, tal como
aparecen en las listas recopiladas para la elección previa.
En el segundo caso, son las personas las que se dirigen a la
autoridad electoral para iniciar el registro como ocurre en Botswana, Burundi,
México, Ghana y Senegal. La autoridad electoral establece los centros de
registro para los electores como en Namibia y Uganda, con personal y tiempo suficiente para que las personas que cumplen con los requisitos para
votar tengan la oportunidad de acudir para registrarse. Debe haber centros
suficientes y localizados convenientemente para facilitar el
registro de los ciudadanos. Pueden ser necesarios algunos arreglos o
facilidades especiales para atender a determinados grupos de electores como:
residentes de áreas remotas, quienes tienen que viajar grandes distancias para
llegar al centro de registro; personas de edad avanzada y físicamente
imposibilitadas; electores que viven fuera del país o; votantes que no tienen
domicilio; refugiados y personas internamente desplazadas (PID). Podría ser una
buena idea utilizar los mismos sitios o centros de registro para instalar las mesas de votación.
Si la fecha de la elección no está predeterminada en la ley, puede
haber cierta incertidumbre sobre cuándo tendrá lugar la próxima elección
y, por ende, sobre cuándo se integrará la lista de electores. Esto puede
provocar que la lista tenga que ser integrada durante el periodo oficial de la
elección. Por tanto, el periodo podría extenderse para dar cabida a este
esfuerzo. En una situación así, la
planeación previa es particularmente importante para garantizar que el registro
puede completarse rápidamente.
Listas periódicas y criterios de evaluación
Suelen utilizarse tres criterios para evaluar el desempeño de un registro de electores: actualidad, precisión e integridad.
La actualidad se refiere al grado de actualización de la
información contenida en la lista de electores al día de la elección. En otras palabras, ¿están incluidos en la
lista todos los ciudadanos que han alcanzado la edad para votar el día de la
elección?, ¿se han eliminado de la lista los nombres de las personas que han
fallecido?, ¿la lista contiene la residencia actual de los electores,
particularmente la de aquellos que cambiaron de domicilio desde la última
elección? Entre más cerca del día de las elecciones se integre la lista de
votantes, mayor será la probabilidad de que tenga un alto grado de
actualización. A la inversa, entre más pronto se integre el registro, es
más probable que tenga inconsistencias en términos de actualidad. Para lograr
un buen nivel de actualización, la lista de electores debe crearse en fechas relativamente cercanas
al día de la elección. Y debería ser
revisada y actualizada lo más cerca posible del día de la elección.
La precisión está relacionada con el grado en que la información
contenida en el registro de electores sea correcta y esté libre de
errores. En el caso de una lista periódica de electores, la información se
recopila ya sea en el domicilio de los electores o en centros de registro. Esto
significa que debe ser capturada por un oficial y transferida a la base de
datos del registro electoral, de donde se extrae e imprime la lista de
electores. Si la lista periódica se se integra en un periodo muy corto de
tiempo, existe la posibilidad de que se produzcan errores al azar o errores de trascripción al momento en que se introduzca
la información a la base de datos o en
la lista. Este problema puede ser minimizado si se cuenta con personal
suficiente dedicado a identificar dichos errores.
La integridad tiene que ver con el grado en que la lista contenga
información de todos los electores que cubren los requisitos para poder votar
al día de la elección. En el caso del registro mediante visitas domiciliarias,
es más probable que la lista tenga un alto grado de integridad o cobertura si
los oficiales de registro:
- realizan visitas recurrentes a los domicilios en donde no
encontraron a nadie en las visitas previas;
- dejan información a los electores sobre cómo iniciar su proceso de
registro; y
- están bien capacitados y comprometidos con su trabajo.
Para los sistemas que emplean centros de registro, la integridad será mayor si:
- hay suficientes centros de registro;
- los horarios de atención son suficientemente amplios, incluyendo
horarios por la tarde y en fines de semana; y
- se ofrecen facilidades para los electores de difícil registro (por
ejemplo, centros móviles o en el extranjero)
Costos
Una lista periódica implica el registro de todos los votantes
dentro un periodo de tiempo relativamente corto . La inversión de tiempo y
dinero durante este periodo es sustancial. En el lenguaje de los administradores electorales,
la creación de un registro periódico tiene aumentos de costos significativos.