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El fraude electoral puede adoptar varias formas. En algunos casos pueden cometerlo ciudadanos actuando individualmente o grupos organizados; en otros el gobierno puede tener la intención de alterar los resultados de una elección. La autoridad electoral debe tener la necesaria independencia para garantizar la aplicación de normas que impidan el fraude por parte de los ciudadanos y del gobierno.
Fraude electoral cometido por individuos
Suplantación de identidad: Una forma común de fraude electoral es el intento de votar más de una vez, ya sea obteniendo una segunda cédula de identificación electoral o pretendiendo ser otro elector. Por lo general, las sanciones por suplantar la identidad o el registro doble, están consagradas en el código electoral e incluyen multas, prisión o ambas.
Votar en nombre de una persona fallecida: Una variante de la suplantación de la identidad es el intento de votar más de una vez se produce cuando se utiliza primero la identidad propia y después la identificación de una persona fallecida. Este tipo de fraude puede prevenirse manteniendo la lista actualizada y asegurándose que los nombres de las personas que fallecen se remuevan. Las multas también pueden ser un disuasivo. Asegurar que la autoridad responsable de actualizar y mantener la lista de electores actúe de manera independiente, libre de presión o intimidación, también ayudará a asegurar que no se vote en nombre de una persona fallecida.
Fraude con papeletas postales. En un sistema que permite el voto postal, la papeleta puede ser llenada y enviada por una persona que no es el elector. La integridad puede salvaguardarse prohibiendo que alguien pueda solicitar una papeleta en representación de otro elector, pidiendo una declaración firmada que confirme la identidad del elector y estableciendo penas muy severas al que viole estas regulaciones. Una autoridad electoral u el órgano responsable de la elección puede considerar un sistema en el que se verifique que la papeleta que se envía, efectivamente pertenece al elector en cuestión sin comprometer su secrecía. En algunos países la introducción del voto electrónico también puede prevenir el fraude postal, como en Estonia, Francia, Suiza y algunas partes de los Estados Unidos.
Fraude electoral cometido por grupos o por el gobierno
Contar doble (o descontar) papeletas: Una forma de robar una elección es contar incorrectamente o rellenar las urnas con votos no válidos. Se pueden tomar varias medidas para impedir estas prácticas fraudulentas como permitir que sólo los oficiales electorales depositen las papeletas en las urnas; utilizar urnas translúcidas; y contar las papeletas en presencia de representantes de los partidos políticos y de ciudadanos independientes y observadores internacionales, que atestiguan la imparcialidad del proceso. Además, comparar el número de papeletas en la urna con el número de papeletas emitidas también puede ayudar a prevenir el fraude electoral. Una práctica común en años pasados ha sido que el oficial que preside el sitio de votación, los agentes electorales y en algunos casos los observadores nacionales e internacionales firmen los resultados confirmando que la cifra refleja con precisión la del conteo, dando una copia de la hoja de resultados a cada uno de los partidos y fijando otra en la puerta del sitio de votación para informar al público en general. Esto ocurre en países como Zambia, Lesotho, Sudáfrica y Zimbabwe.
Intimidación: Aquéllos que desean alterar los resultados de una elección pueden emprender actos intimidatorios para desalentar a los electores a registrarse o, si están registrados, para que no voten el día de la elección. Algunas veces es difícil percibir los actos de intimidación porque así como pueden ser explícitos y públicos también llegan a ser muy sutiles. Sin embargo, la autoridad electoral necesita estar consciente de los intentos de intimidación de los electores. Pueden promoverse el reporte de cualquier intento de intimidación. También pueden monitorearse actividades de intimidación con la ayuda de grupos de la sociedad civil, y con observadores ciudadanos e internacionales. Otra manera de tratar y minimizar la intimidación es conseguir que todos los partidos políticos firmen un Código de Conducta antes de la elección, comprometiéndolos a garantizar tolerancia política y a prevenir la intimidación. Por ejemplo, en la elección de 2011 en Chad por primera vez los partidos políticos desarrollaron, acordaron y firmaron un Código de Conducta. Lo mismo ocurrió en Sudáfrica, Lesotho, y Sierra Leona.
Exclusión de la lista de electores: Para que una elección sea libre e imparcial debe permitir a todos los electores calificados expresar sus preferencias mediante la emisión de su voto. Puede haber intentos de excluir a ciertos grupos de ciudadanos de la lista de electores, especialmente si se sabe que apoyan a algún partido político o candidatos en particular. Es necesario que la autoridad electoral este atenta a de cualquier plan que intente este tipo de fraude y se asegure de que no suceda. Existe el riesgo de que al tratar de incluir, o excluir, a cierto grupo de personas en la lista de electores, se puede percibir que la autoridad electoral busca influir en los resultados de la elección a favor de determinado grupo.
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