Registro por iniciativa
individual
Como en el caso del registro voluntario, el registro por
iniciativa individual parte del principio de que votar es un derecho de los
ciudadanos. En consecuencia depende de los ciudadanos contactar a la
administración electoral para asegurarse de ser registrados. La diferencia es
que el registro voluntario puede iniciarse ya sea por iniciativa del elector (en
cuyo caso es por iniciativa propia) o por medio de la autoridad electoral (en
cuyo caso es por iniciativa estatal). Es usual que el sistema de iniciativa
individual de registro electoral se adopte más por cuestiones de necesidad que
como de principios.
Algunas veces, en el terreno de la práctica hay significativos
límites para llevar a cabo un registro por iniciativa estatal. Por ejemplo, el
servicio postal puede ser incapaz de contactar efectivamente a todos los
electores o al menos a la mayoría. Por otro lado, los altos costos que implica
realizar visitas a domicilio pueden descartar este método.
El sistema de registro por iniciativa individual puede tomar
varias formas:
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La
autoridad electoral puede establecer centros de registro electoral y las
personas que deseen votar deben contactar a los oficiales del registro. Los
centros pueden ser fijos, móviles o de ambos tipos.
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Los
ciudadanos pueden registrarse mediante otras dependencias de gobierno, como las
agencias de tránsito de automóviles, las cuales por lo general comparten
información con la autoridad electoral;
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De igual
forma, los ciudadanos pueden informar al servicio postal sobre sus cambios de
domicilio y éste transfiere esa información a la autoridad electoral. En
algunos casos, la autoridad electoral está incluso organizada como un
departamento dentro del servicio postal, con funciones estrechamente integradas; y
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La
autoridad electoral puede tener una página de Internet de la cual los electores
pueden descargar e imprimar el formato de solicitud para el registro y
posteriormente enviarlo a la autoridad electoral debidamente requisitado.
Incluso, se puede contar con un sistema de registro en línea por medio de la
página de Internet.
Con un sistema de iniciativa individual, los niveles de registro
tienden a ser más bajos que con uno iniciado por el Estado. Esto es en gran medida
porque el registro es voluntario. A pesar de ello, hay diferentes maneras de
incrementar el registro por esta modalidad:
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Establecer
un gran número de centros de registro.
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Utilizar
unidades móviles para que los electores no necesiten viajar grandes distancias
para registrarse.
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Completar
todos los pasos del proceso –incluyendo la emisión de las cédulas de identidad
para votar, si es el caso- en una sola ocasión de contacto. Esto es un gran
reto, especialmente cuando se produce una cédula de registro electoral compleja
o si se tienen que verificar archivos para comprobar la identidad de la persona
que desea el registro.
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Permitir
que las personas registren a miembros de su familia, lo cual reduce el número
de electores que tienen que acudir personalmente al centro de registro.
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Designar
responsables de registro a nivel regional para aliviar las cargas
administrativas de trabajo.
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Permitir
el registro por correo, si las condiciones son apropiadas.
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Poner a
disposición de los electores potenciales material de registro en la página de
internet de la autoridad electoral.
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Cuando
sea práctico y apropiado, crear la posibilidad de que los ciudadanos se
registren en línea.
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Establecer
un registro electoral provisional para los jóvenes que alcanzarán la edad para
votar en el siguiente periodo de uno o dos años. De
ser posible, promover el registro mediante programas de educación electoral en
las escuelas de nivel bachillerato.
Iniciativa estatal
El registro por iniciativa estatal está basado en el principio de
que los administradores electorales tienen la responsabilidad de lograr el
registro de todos los electores. Se puede cumplir con esta responsabilidad
mediante visitas domiciliarias para integrar una lista periódica, o creando un
registro permanente, completo y actualizado o uno basado en el registro civil.
El registro por iniciativa estatal tiene la limitante de ser más
costoso que el de iniciativa individual, porque el Estado debe esforzarse para
contactar a todos los ciudadanos. Para que el sistema sea integral e inclusivo,
el Estado debe atender a los electores difíciles de alcanzar, incluyendo a
aquellos que frecuentemente cambian de domicilio, a los que no viven en casas
tradicionales y a los que no responden a las solicitudes iniciales de
información. El Estado canadiense puso los recursos necesarios a
disposición de los oficiales electorales
para realizar campañas de registro a través de visitas
domiciliarias en áreas específicas con un gran número de
electores no registrados. Sin embargo,
aunque este sistema es más costoso produce una lista más completa de electores
que la producida por un sistema de registro voluntario.
Hasta cierto punto, el registro por iniciativa estatal presupone
una gran capacidad de administración electoral para localizar a todos los ciudadanos.
Es probable que esta capacidad exista en los países con economías avanzadas,
por dos razones:
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Sus
ciudadanos tienen residencias permanentes, que son cubiertas por el servicio
postal nacional.
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La
estructura de la administración electoral es más desarrollada y cuenta con
mayor financiamiento. Para mantener un registro por iniciativa estatal, la
autoridad electoral, busca acuerdos de intercambio de información con otras
dependencias de gobierno que recopilan información de los ciudadanos. Estas
pueden incluir el servicio postal, las dependencias dedicadas a las cuestiones
de vivienda, la oficina de impuestos, la agencia que realiza los trámites
vehiculares y la que expide las licencias de manejo, así como a las autoridades
electorales de otros niveles de gobierno.
Estrategia mixta
Hay una tercera opción, en la que los ciudadanos y el Estado
comparten la responsabilidad para el registro. El Estado toma los pasos
necesarios para facilitar el registro y los ciudadanos deben realizar su parte
para completar el proceso.
La estrategia mixta tiende a ser la más utilizada en países con
economías menos desarrolladas, en donde se pretende incrementar las tasas de
registro pero se cuenta con una infraestructura y recursos más limitados. Con
esta estrategia, el gobierno fija un periodo de registro que se difunde
ampliamente y establece un gran número de centros de registro, incluyendo
unidades móviles. Los ciudadanos deben tomar la iniciativa para ir a un centro
de registro, pero si la administración electoral adopta una visión preventiva e
inclusiva, se puede reducir el tiempo que los ciudadanos deben invertir en el
registro y hacer que el sistema sea fácil de entender.
De hecho, aún en países con economías desarrolladas, los sistemas
de registro electoral por lo general siguen una estrategia mixta, en la que la
autoridad electoral inicia el contacto y los ciudadanos tienen la
responsabilidad de asegurarse de que su información en el registro sea precisa
y esté actualizada. Por ejemplo, en un país con registro permanente, la
autoridad electoral puede hacer visitas domiciliarias en las áreas donde se
identifica una mayor movilidad de los electores. Si el oficial
encargado del registro no encuentra a la persona en su domicilio cuando realiza
la visita, le deja un formato de registro para lo complete y regrese a la
autoridad electoral. Al mismo tiempo, la autoridad electoral puede distribuir
los formatos de registro de manera más amplia, por ejemplo por medio de
agencias de correos o mediante una página de Internet; así, cualquiera que
desee votar puede completar el formato y entregarlo. De esta forma, tanto los
ciudadanos como el Estado comparten la responsabilidad del registro electoral.