En varios países las personas viven en distintas jurisdicciones a
la vez, cada una de las cuales puede celebrar elecciones. Por ejemplo, alguien
puede vivir al mismo tiempo dentro de la jurisdicción de un municipio, de una
provincia o Estado, nacional y, en algunos casos, incluso puede estar bajo una
jurisdicción supranacional (o internacional).
Para conducir una elección, cada jurisdicción debe tener una lista
de electores. Es ineficiente que cada jurisdicción desarrolle y mantenga por separado
una lista propia; hacer esto significaría una gran duplicación de esfuerzos,
aunque algunas jurisdicciones lo realizan así a pesar de ello. En lugares donde
las personas pertenecen a múltiples jurisdicciones, las autoridades electorales
tienen las siguientes opciones:
-
Recolección individual de información, listas
separadas: Cada jurisdicción integra y mantiene su propia información de
registro electoral, sin que existan acuerdos para su intercambio. Bajo esta
modalidad, los diferentes niveles de gobierno funcionan con relativa autonomía
pero de forma ineficiente y con una duplicación considerable de esfuerzos.
Puede haber razones válidas para integrar así las listas. Por ejemplo, si cada
jurisdicción usa una lista periódica de electores y realiza un proceso integral
de visitas domiciliarias al inicio de la campaña electoral, hay muy poco que
ganar del intercambio de información con otras jurisdicciones –particularmente
con una jurisdicción con un ciclo electoral distinto, pues su lista de electores
por lo general está tan actualizada como la lista preliminar de la jurisdicción
que se encuentra iniciando el ejercicio del registro.
-
Intercambio
de información, listas separadas: Las jurisdicciones
comparten información de los electorales, particularmente sobre cambios en su
situación (por ejemplo, las personas que alcanzaron la edad para votar, los que
cambiaron de domicilio o los que fallecieron). Al mismo tiempo cada
jurisdicción mantiene la autoridad y control independiente para desarrollar y
actualizar su propia lista. Es más probable poner en marcha esta vía si al
menos una de las jurisdicciones tiene una lista de electores permanente aunque
los ciclos de las jurisdicciones electorales no coincidan. Los acuerdos se
asemejan a los acuerdos de intercambio de información que suscribe la autoridad
electoral con alguna otra dependencia pública. Debido a que cada autoridad
electoral es responsable de conducir las elecciones en su propia jurisdicción
de acuerdo con las fechas establecidas, cada una conserva el control sobre el
desarrollo y mantenimiento de su propia lista de electores.
-
Intercambio de información, lista común: Las
jurisdicciones comparten totalmente la información y mantienen una lista de
electores común. Varias circunstancias favorecen la elaboración de una sola
lista de electores que se utilice en varias jurisdicciones. Una puede ser un
mandato constitucional para que determinado nivel de gobierno desarrolle y
mantenga la lista de electores para más de una jurisdicción. Por ejemplo, en
algunos países la responsabilidad de la lista de electores recae en el gobierno
estatal (subnacional), mientras que en otros en el gobierno nacional. Una lista
común también puede tener sentido si las elecciones para distintos cargos se
llevan a cabo al mismo tiempo. Pero la situación puede complicarse si las
jurisdicciones tienen diferentes criterios para calificar como elector. Si es
el caso, debe guardarse la información necesaria y los oficiales electorales
deben estar bien capacitados para entregarle las papeletas de votación que le
correspondan a cada elector.