El registro permanente es una lista que contiene a todos los
electores calificados y que actualiza los cambios de información en los
periodos que median entre procesos electorales. El registro permanente se
mantiene y actualiza por administradores electorales –a diferencia del registro
civil o del registro de ciudadanos que son llevados a cabo por otras
autoridades gubernamentales. El registro permanente evita la concentración de
actividades en periodo determinado que caracteriza a lista periódica; ya que en
lugar de concentrar el registro en fechas inmediatas a la elección, la lista
permanente distribuye el trabajo de registro de electores a lo largo del ciclo
electoral. El registro permanente también toma ventaja de la capacidad de los equipos
de cómputo para almacenar, dar mantenimiento y distribuir de información; por
medio de los sistemas informáticos se pueden aprovechar los datos de procesos electorales
previos para las actividades de registro presentes y futuras. Además, para la
actualización de una lista permanente también se puede utilizar la información
obtenida por otras instancias gubernamentales, tales como las dedicadas al
cobro de impuestos, el servicio postal, la expedición de licencias de manejo o
la adquisición de viviendas.
Métodos de Actualización
La actualización regular de la lista añade los nombres de las
personas que han alcanzado la edad para votar, de los que han adquirido la
ciudadanía, de los que vuelven a cumplir con todos los requisitos para votar
(por ejemplo, los que obtienen su libertad después de haber estado en prisión),
y de los que han cambiado de residencia de un distrito electoral a otro.
Además, actualizar implica suprimir el nombre de los que han fallecido o han
dejado de cumplir con alguno de los requisitos para votar. Algunas autoridades
electorales actualizan el registro anualmente, la desventaja de esto es que la
lista suele tener unos meses de desactualización al momento de estar lista para
una elección y esto se incrementa para el siguiente año. Las altas tasas de
movilidad en algunas sociedades nos dicen que más del 20 por ciento de los
electores pueden experimentar cambios dentro de un año. De lo anterior se
derivan significativos problemas de actualización en las listas.
Otra forma de realizar este proceso es actualizar la información
de los electores con mayor frecuencia. En algunos casos la autoridad electoral
hace actualiza la lista diariamente a medida que recibe información a través de un registro o notificación electrónica que recibe
directamente de los electores. La actualización puede realizarse también
mensualmente, cuando la autoridad electoral recibe información de las
instancias gubernamentales con las que tiene algún acuerdo para compartir
información o durante la conducción de un proceso de registro especial unas
semanas antes de una elección, de tal manera que le permita a la autoridad
electoral corregir la lista cuando sea necesario.
Acuerdos para compartir información
Para mantener una lista permanente actualizada se necesitan
acuerdos para compartir información, estos se establecen entre la autoridad
electoral y otras instancias de gobierno, a las cuales los ciudadanos reportan
cambios sobre la información personal que puede estar ligada con su
elegibilidad para votar. Por ejemplo, usualmente las listas de electores
incluyen el domicilio de cada elector. En países donde las elecciones están
organizadas a partir de circunscripciones o distritos electorales separados,
el elector sólo puede emitir su voto en el distrito tiene su
domicilio permanente. Por lo anterior, la autoridad electoral
necesita la información de los cambios de domicilio para mantener actualizada
la lista de electores permanente.
La persona que cambia su
residencia probablemente reporta dicha información a alguna instancia pública
–puede ser a la encargada de expedir licencias de manejo al actualizar su
licencia, al departamento a cargo del cobro de impuestos al tramitar algún
reembolso, o al servicio postal al pedir el reenvío de correspondencia a la
nueva dirección. Las autoridades electorales que mantienen un registro
permanente pueden buscar tener acceso a la información que proveen electores a
otras agencias públicas, y utilizar dicha información para actualizar el
registro de electores. Países como Argentina, Australia y la provincia de
Quebec en Canadá recurren a estos acuerdos.
Esto implica un gran número de retos, que incluyen los siguientes:
-
En un
país que no asigna a cada ciudadano un número de identificación único, puede
ser difícil identificar a un individuo que haya proveído información a otra
instancia. Por ejemplo, cuando existe más de una persona con el mismo nombre (sucede
frecuentemente con padres e hijos) viviendo en el mismo domicilio y uno de
ellos cambia de dirección, entonces sería poco claro saber quién realizó el
cambio de domicilio.
-
Si la
autoridad electoral depende de la información de otras instancias públicas, se
necesita recibir la información en un formato que pueda usarse fácilmente. Sin
embargo, las diferentes instancias gubernamentales pueden llegar a tener
diversos tipos de bases de datos, y puede que no estén preparadas para
cambiar sus sistemas. Se recomienda que las autoridades electorales encuentren
el mejor camino para trabajar con todas ellas. Hacer lo anterior, demanda un
alto nivel de soporte técnico y competencia.
Beneficios internos y externos de un registro permanente
Como el trabajo para desarrollar una lista de electores de este
tipo se extiende a lo largo de todo el ciclo electoral, la autoridad electoral
puede fomentar un alto nivel de capacitación y experiencia en el personal. La
proporción de empleados en posiciones profesionales permanentes será mucho más
alta que si se utiliza un sistema de lista periódica. Esto abre la oportunidad
de promover una mayor educación electoral relacionada con el registro
electoral.
Por ejemplo, algunos países que utilizan el sistema de registro
permanente anticipan la necesidad de registrar a las personas que cumplirán la
edad requerida para votar y crean un registro provisional de electores. Si la
edad mínima para votar es de 18 años, la gente joven puede ser incluida en una
lista provisional a la edad de 16 o 17 años como ocurre en Argentina y
Australia, y ser transferida a la lista general en la fecha en la que cumplen
los 18 años o una vez que han alcanzado la edad prevista. Así, el registro
tiene lugar a una edad más temprana y las autoridades electorales pueden
trabajar con el sistema escolar de la educación media o secundaria para
desarrollar un programa de educación electoral que se centre en el registro
electoral.