Por lo general el registro electoral es la parte más costosa en la
conducción de una elección, al menos para los administradores electorales. Es
claro que los partidos y candidatos pueden gastar grandes sumas en sus campañas
pero generalmente obtienen estos recursos de forma privada. En algunos países,
los partidos reciben fondos públicos para cubrir alguna parte o todos los gastos
relativos a su operación y campañas. Sin embargo, el registro electoral
frecuentemente representa el componente más costoso de la administración
electoral.
El registro es muy costoso porque involucra una gran cantidad de
responsabilidades. Se debe actualizar la información de cada uno de los
electores de una población que puede comprender desde algunas decenas de miles
hasta cientos de millones de personas –una tarea de grandes proporciones.
Además, el registro debe ser integral e inclusivo y esta es la base esencial
del papel que juega un registro de electores efectivo para conferir legitimidad
al proceso electoral. Aún más, el registro electoral por lo general tiene lugar
en medio de la atmósfera acalorada de la campaña electoral cuando la vigilancia
del proceso es muy estrecha y la importancia de los errores se tiende a
magnificar. En una jurisdicción con una lista de electores periódica, los
costos del registro se sitúan dentro de un período relativamente corto y no a
lo largo de todo el ciclo electoral, como sucede en jurisdicciones que utilizan
los sistemas de lista permanente o registro civil. Los costos que involucra la
generación de una lista periódica pueden ser el mayor componente del
presupuesto de todo el proceso electoral, pero estos pueden parecer menores al
compararlos con los costos para mantener una lista permanente. En breve,
independientemente de que se utilice el sistema de lista periódica o
permanente, los costos del registro electoral representan un porcentaje considerable
del presupuesto del que dispone la autoridad electoral. Con un registro civil,
los costos también son muy altos (quizá mucho más altos que las otras dos
formas de registro) pero estos no los absorbe directamente la autoridad
electoral.
La fuerte concentración de gastos en períodos muy breves que
implica el uso de un sistema de lista periódica es un factor que se tiene que
considerar al momento de decidir qué tipo de registro electoral se llevará a
cabo. Otros factores que se tienen que considerar son la capacidad para
utilizar sistemas automatizados de registro electoral y la posibilidad de
compartir información entre diferentes dependencias de gobierno y la autoridad
electoral. La lista permanente depende de acuerdos para compartir información
que permiten a la autoridad electoral conocer los cambios de la información
personal reportada por los ciudadanos a otras dependencias de gobierno, tales
como la oficina de correos, la de impuestos o la que expide las licencias de
conducir. Utilizar esta información para actualizar la lista de electores ayuda
a hacer el proceso mucho más efectivo en términos de costo-efectividad.
La determinación de los costos
Al desarrollar una lista de electores integral e inclusiva, surgen
interrogantes que pueden influir en afectar los costos. Por ejemplo, ¿cuántos
centros de registro deben establecerse y cuántos trabajadores deben capacitarse
para trabajar en ellos? ¿son necesarias las cédulas de identidad para votar o
la mayoría de los ciudadanos ya llevan consigo suficientes documentos de
identificación personal como para hacer superfluas las cédulas?, si se utilizan
cédulas de identidad ¿deben incluir fotografía, huellas digitales o alguna otra
característica de seguridad?, en caso de plastificar las cédulas ¿es necesario
el uso de plastificado en frío para eliminar la necesidad de electricidad?,
¿existen otros recursos de información para que los electores puedan ayudar a
actualizar las listas, especialmente la información de los electores en zonas
urbanas con gran movilidad?
Otro tema es el relativo a la distribución de los gastos. ¿Se debe
concentrar en los períodos entre elecciones, en los años de las elecciones, o
distribuirse de igual forma a lo largo del ciclo electoral?
Las respuestas a estas y otras interrogantes tienen implicaciones
importantes sobre el costo total del proceso de registro.
Los costos de la automatización
Es probable que los costos involucrados en la automatización del
sistema de registro electoral sean sustanciales. En primer lugar, construir un
sistema automatizado requiere inversiones iniciales en equipo y programas de
cómputo, así como en capacitación para el personal. Posteriormente, se
encuentran los costos de funcionamiento y mantenimiento del sistema. El
mantenimiento en sí mismo puede ser el costo más oneroso si se considera la
actualización del equipo con los programas de cómputo, novedades y mejoras que
se encuentran disponibles en el mercado. Esto a su vez implica un costo de
capacitación de los operadores y técnicos para mantenerlos actualizados, así como
el costo de uso de la tecnología entre o durante los eventos electorales.
Finalmente, si la funcionalidad administrativa –es decir, la
estructura para operar el sistema general del registro electoral- se construye
sobre la base de un sistema de cómputo, se necesitan planes de contingencia en
casos de fallas del sistema. Los planes pueden necesitar generadores de
energía, baterías adicionales, redes alternativas u otros sistemas de respaldo,
así como la contratación de un servicio de soporte técnico durante las 24 horas
del día.
Presupuestar los costos del registro
Es difícil ofrecer un análisis comparado internacional sobre los
costos de producción entre los sistemas de listas periódicas y los de listas
permanentes, pues la presentación del presupuesto puede variar de un país a
otro, así como los tipos de gastos que se incluyen bajo el rubro de registro
electoral. Puede ser más útil tratar el tema del registro electoral como un
proceso que involucra un número de componentes identificados y desarrollar un
presupuesto que se centre en alcanzar sus metas utilizando la estructura ya
establecida y el método de registro acordado.
Los costos del registro pueden incrementarse fácilmente y consumir
una proporción creciente del presupuesto de la elección. Gran parte de los
gastos se pueden destinar a los centros de registro locales, pero son cubiertos
por la autoridad electoral central. Los gastos esenciales incluyen:
-
renta de
oficina
-
equipo de
oficina
-
papelería
-
reclutamiento
de personal
-
capacitación
de personal
-
salarios
y gastos del personal (especialmente en viajes)
-
materiales
de registro (por ejemplo, formatos de solicitud, cédulas de registro, gafetes
de identificación para el personal)
-
producción
de las cédulas de identidad para votar (puede incluir fotógrafos, rollos
fotográficos, cámaras, micas para plastificar)
-
aparatos
de comunicación (teléfono, fax, servicio postal)
-
transportación
y distribución de los equipos de registro, los materiales, y el personal
-
las
fuerzas de seguridad (policía y/o fuerzas armadas) provén seguridad al registro
electoral sin costo
La autoridad electoral central puede controlar los costos del
registro estableciendo algunos techos en el gasto de los salarios, horas de
trabajo y materiales. Se pueden poner restricciones para el tamaño y calidad
del espacio de las oficinas así como para el equipo que se rente o compre para
su operación. Se pueden establecer algunas reglas que especifiquen qué tipo de
artículos se pueden comprar.
Al mismo tiempo, la autoridad electoral necesita cierta flexibilidad
en el presupuesto para el registro electoral, para poder hacer frente a gastos
imprevistos. Por ejemplo, en una jurisdicción que cuenta con lista permanente, se
puede advertir durante el periodo de revisión que la lista contiene información
incorrecta para más electores de lo que se esperaba. Así, puede ser necesario
tomar ciertas medidas, como la contratación y capacitación de personal o la
renta de equipo extra y la negociación para la contratación de más servicios,
que se pueden traducir en un incremento de los costos estimados. En tanto que
los esfuerzos del registro son de suma importancia para asegurar la legitimidad
de la elección, los costos extra deben gestionarse en un periodo corto de
tiempo. Realizar la planeación tomando en cuenta las experiencias anteriores
puede minimizar el impacto de este tipo de eventos difíciles de anticipar.
Factores que contribuyen a elevar los costos
Los siguientes son algunos de
los factores que pueden incrementar los costos de una iniciativa de registro:
-
Uso de cédulas de identidad para votar,
especialmente las que incluyen fotografía: Estas cédulas se utilizan
particularmente en jurisdicciones con una lista permanente de electores. Aunque
las cédulas tienden a ser costosas, esto se puede justificar pues al mejorar la
identificación de los electores la calidad del proceso es mayor. Las medidas de
seguridad se pueden seleccionar por su capacidad para mejorar
significativamente la integridad de las cédulas de identidad para votar y de la
lista de electores. Algunas técnicas agresivas de venta pueden convencer a las
autoridades electorales de añadir medidas de seguridad que ofrecen beneficios
muy pequeños. Cada medida de seguridad incrementa el costo de las cédulas.
-
Baja densidad poblacional: Este es
un factor que está más allá del control de la autoridad electoral, una
población dispersa puede requerir un gran número de oficiales de registro, de
divisiones distritales y de centros de registro. Un principio básico del
registro electoral es que el costo para los electores no sea prohibitivo, lo
cual incluye los costos para transportarse o la posible pérdida de parte de su
salario por el tiempo laboral requerido para realizar el registro. Así, la
autoridad electoral tiene el deber de hacer ligera esta carga sobre los
electores, aún cuando esto signifique establecer un número relativamente grande
de centros de registro o el uso de unidades móviles de registro. Este principio
se debe observar independientemente de que la responsabilidad del registro
descansa en el individuo o en el Estado.
-
Periodos largos de registro: Entre
más largo es el periodo de registro llega a ser más costoso. El costo puede
controlarse estableciendo periodos relativamente cortos de registro y un mayor
número de centros de registro y personal.
-
Uso de materiales no convencionales: Si los
materiales utilizados en un registro no son consistentes con los estándares
establecidos, el costo de producción se puede incrementar. Por ejemplo, al
producir cédulas de identidad para votar es importante escoger un tamaño y tipo
de cédula compatible con el equipo de plastificado que se utilizará. Una manera
de evitar incompatibilidades es empezar por conseguir cotizaciones de paquetes
completos –es decir, todos los componentes de la producción de cédulas,
incluyendo el almacenamiento, las fotografías y el plastificado.
-
Materiales
obsoletos: constantemente se están desarrollando nuevas tecnologías y puede
ocurrir que el sistema o el material recientemente adquirido por una autoridad
electoral tenga una esperanza de vida limitada de tal manera que para cuando se
celebre la siguiente elección, la autoridad electoral tenga que incurrir, una
vez más, en la compra de equipo nuevo.
Ahorro y eficiencia
Hay varias formas para promover mayor eficiencia y ahorro de
costos en la puesta en marcha de un registro electoral, como los siguientes:
-
No reinventar la rueda: Se ha
aprendido mucho sobre registro electoral en varias democracias. Se puede tomar
en cuenta la experiencia y adaptar algunos modelos que ya han probado ser
exitosos en otros lugares.
-
Uso de bases de datos existentes: Si es
posible, hay que incorporar información disponible de las bases de datos ya
existentes, tales como los archivos de impuestos.
-
Combinar actividades para incrementar la
eficiencia: Al contactar a los electores para orientarles sobre la
actualización de su información se puede aprovechar la oportunidad para
brindarles información electoral (por ejemplo, la ubicación de la mesa de
votación).
-
Fomentar un proceso sostenible: Al
diseñar un proceso de registro, se pueden incorporar medidas para utilizar la
información en posteriores ocasiones o en otro lugar.
-
Utilizar un sistema integrado de compilación y
almacenamiento de información: El sistema de información
creado para un componente del registro electoral puede ser útil para otro. Por
ejemplo, recolectar información para crear la lista de electores también puede
ser útil para la demarcación de los distritos electorales.
-
Compartir la información y los recursos siempre
que sea posible: Esto puede evitar la duplicación de esfuerzos o tareas en los
diferentes niveles de gobierno o administración. Algunas jurisdicciones recogen
la misma información a nivel nacional y regional (Estados o provincias), lo
cual puede crear ineficiencias difíciles de justificar.