Hay
un gran consenso entre los analistas electorales acerca de que la estructura y
funcionamiento de la administración electoral tiene un impacto significativo en
la credibilidad del organismo electoral (OE) y en su efectividad en términos
del servicio prestado. Sin embargo, no existe una estructura que se ajuste y opere
en cualquier contexto. Las estructuras de los OE son, por mucho, producto de
las tradiciones político-jurídicas y culturales, así como de la experiencia en la
evolución democrática de cada país. Entre los factores que determinan la
composición de los OE se incluyen los marcos legales y constitucionales, las reformas
llevadas a cabo durante periodos de transición, y los recursos con los que
cuenta el país.
El
formato y estructura del OE puede resultar de un proceso de diseño holístico.
De igual forma, puede ser resultado de un injerto más o menos apropiado dentro
de un sistema existente de la administración estatal. En contextos post-coloniales,
pueden estar fuertemente influenciados por los patrones administrativos de la
era colonial. Si bien es cierto que existen muchas variaciones en el detalle,
hay tres modelos fundamentales de OE.
Subtemas
en este capítulo: