Este
modelo cuenta con una doble estructura, con un componente de monitoreo o
supervisión que es independiente del poder ejecutivo del gobierno (al igual que
en el modelo independiente), y un componente de instrumentación establecido en
un departamento de Estado o en un gobierno local (como en el modelo
gubernamental). Bajo este modelo, las elecciones son organizadas por el
componente de instrumentación gubernamental, con cierto grado de supervisión del
componente independiente.
El modelo mixto es utilizado en Francia, Japón,
España y muchas excolonias francesas, especialmente en el África Occidental,
por ejemplo Mali, Senegal y Togo.
Las atribuciones, funciones y fortalezas del
componente independiente en relación al componente gubernamental varían en los
distintos ejemplos de este modelo, por lo que la clasificación de un OE en
particular como modelo mixto no es muy clara en ocasiones. En algunos casos, el
componente independiente es poco más que una operación de observación formalizada,
aunque este enfoque está prácticamente en extinción, por ejemplo en Senegal ya
ha sido abandonado totalmente.
En otros casos, el componente independiente juega un papel
de supervisión y verificación de la instrumentación de los eventos electorales
por parte del componente gubernamental, como en Madagascar, y algunas veces
también integra y transmite los resultados, como en el Congo (Brazzaville) y
Togo. En algunos países francófonos, el Consejo Constitucional se dedica a la integración
y declaratoria de resultados y puede considerarse como un componente
independiente de OE. En Chad, esto aplica únicamente para referendos, y no para
elecciones. En Malí, tanto la Comisión Nacional Independiente de Elecciones como el Consejo Constitucional, llevan a cabo sus propias tareas de integración de resultados: se puede decir por tanto que el OE cuenta con tres componentes, uno de los cuales es gubernamental y los dos restantes independientes.
La relación entre los componentes de un modelo de OE mixto no siempre está claramente definida en la legislación o no es claramente interpretada por los grupos de interés, por lo que puede dar lugar a fricciones. En las elecciones de 1999 de Guinea-Conakry (en donde en esa ocasión se utilizó el modelo mixto) los representantes de la mayoría y los de la oposición en el componente independiente, tuvieron enfoques divergentes sobre su papel para supervisar y verificar las elecciones, y por tanto su efectividad fue objeto de muchas controversias.