La legislación electoral y la presión pública requieren cada vez más que los OE brinden servicios que garanticen a todos los electores elegibles, un genuino y real acceso al proceso electoral. Por ejemplo, La iniciativa internacional de Derechos Electorales para las Personas con Discapacidades de 2002, promueve derechos igualitarios de acceso a todos los procesos electorales para las personas con discapacidades. Todos los servicios de extensión de acceso son muy costosos, por lo que necesitan ser considerados por el OE y los legisladores con relación a sus limitaciones presupuestales.
Entre las necesidades especiales de acceso a los electores se pueden incluir:
- Registro móvil y facilidades de votación para las personas en hospitales, confinadas en su hogar o en la prisión.
- Voto en el exterior;
- Disposiciones para el registro de electores y facilidades de votación para personas desplazadas, y en localidades fuera de su país para poblaciones de refugiados (como se ha implementado para las elecciones en países como Afganistán, Iraq, Liberia y Sierra Leona);
- Facilidades para la emisión del voto postal o el voto anticipado;
- Asegurar que el registro, los centros de votación y los materiales electorales sean accesibles a todos los electores con discapacidad;
- Proveer de materiales informativos debidamente adaptados a las personas con discapacidades visuales o auditivas, además de proveer de apoyo para el registro y la votación a quien lo necesite; y
- Proveer del equipo adecuado para la votación como plantillas para papeletas para las personas con impedimentos visuales (como en Canadá)
Los procesos del OE pueden adoptar mecanismos de trato especial para las mujeres embarazadas, mujeres que requieren de cuidados especiales, personas de edad adulta, y personas con discapacidades, especialmente durante las etapas de registro y el día de la jornada electoral.
Las relaciones con las organizaciones de la sociedad civil o con personal ejecutivo del gobierno ayudará al OE a identificar necesidades, e incluso a sufragar algunos costos derivados de la provisión de acceso a los grupos marginados.
El marco jurídico y las políticas sobre acceso a las elecciones del OE, puede difundirse o limitarse de acuerdo a las costumbres y tradiciones. Esto puede estar relacionado con aspectos tales como quién pueden nominar candidatos a oficinas específicas, o la necesidad de establecer filas de votación separadas para hombres y mujeres. Otros aspectos en donde las costumbres o tradiciones pueden incidir sobre el acceso (y la integridad de la elección), incluyen la fotografía de la mujer en las credenciales de identificación para votar, los métodos de votación, y el uso de tinta indeleble para marcar a los electores. Cuando las leyes por costumbre están profundamente arraigadas, el OE puede promover su aceptación en la sociedad a través de sus estructuras, políticas y procedimientos demostrando respecto por estas prácticas, especialmente si no contradicen o dificultan la aplicación de las leyes y políticas del OE.