La complejidad y las habilidades especiales para la
administración electoral requieren que se creen una o varias instituciones que
sean responsables de las actividades electorales. Estos organismos se presentan
en una gran variedad de formas y magnitudes, con un amplio rango de
denominaciones para identificarlos, entre los que se incluyen “Comisión
Electoral”, “Departamento de Elecciones”, “Consejo Electoral”, “Unidad
Electoral” o “Junta Electoral”. El término “organismo electoral” u OE ha sido
acuñado para referirnos al organismo u organismos responsables de la
administración electoral, independientemente de cual sea el marco institucional
existente.
Un OE es una organización o institución que ha sido creada
con el propósito expreso y la responsabilidad legal de administrar uno o más de
los elementos que son esenciales para la conducción de las elecciones, y de los
instrumentos de democracia directa -como referendos, iniciativas ciudadanas o
revocatoria de mandato- si estos forman parte del marco legal.
Entre estos elementos esenciales se incluyen:
- La determinación de quién es elegible para
votar;
- La recepción y validación de las
nominaciones de los participantes para efectos de una elección (partidos
políticos y/o candidatos);
- Conducción de la votación;
- Conteo de votos y;
- Suma de votos de los centros o mesas de
votación.
Si estos elementos esenciales se distribuyen entre distintos
organismos, todos los que comparten alguna responsabilidad pueden ser
considerados como OE. Un OE puede ser una institución independiente, o una
unidad administrativa dentro de una institución más grande, que incluso puede
tener a su cargo tareas no electorales.
Además de estos elementos esenciales, un OE puede
ejecutar otras tareas que ayudan a la conducción de las elecciones y la puesta
en marcha de mecanismos de democracia directa, por ejemplo:
- Conducción del registro de los electores;
- Delimitación de distritos electorales;
- Adquisición de materiales electorales;
- Educación al votante;
- Administración o supervisión del
financiamiento de campañas;
- Monitoreo de los medios de comunicación; y
- Resolución de disputas electorales.
Sin embargo, un organismo que no tenga más responsabilidades
electorales que las relativas, por ejemplo, a la delimitación de distritos
electorales, la resolución de disputas electorales, el monitoreo en materia
electoral de los medios de comunicación o la conducción de programas de
educación al votante no se considera un OE en tanto que no administra ninguno
de los “elementos esenciales” de las elecciones conforme a las especificaciones
anteriores. De manera similar, una oficina estatal de estadísticas o población
que se encarga del registro de electores, tampoco se considera como un OE.
Algunos organismos que no se encargan de ninguno de los “elementos
esenciales” de las elecciones, pueden ser considerados por la población como un
OE debido al tipo de de actividades que desarrollan y que de algún modo se relacionan
con las elecciones. Un claro ejemplo es la Comisión Electoral
de Nueva Zelanda, la cual es responsable del registro de los partidos, de la distribución
de tiempos en los medios de comunicación, el control del financiamiento y de
los gastos de los partidos políticos, y de los programas de educación al
votante. Sin embargo, tales instituciones no califican como OE bajo la
definición descrita con anterioridad.
Adicionalmente a la división de responsabilidades
funcionales para los distintos elementos del proceso electoral, las
responsabilidades electorales se pueden dividir entre organismos a distintos
niveles. Por ejemplo, algunos elementos relacionados con la conducción de las
elecciones pueden ser administrados por una Comisión Electoral a nivel
nacional, un ministerio o una agencia gubernamental nacional, mientras que otros
se instrumentan a través de comisiones a nivel local, ramas regionales de los
departamentos de gobierno, o autoridades locales. El término “OE” puede aplicarse
a una Comisión Nacional Electoral que co-administra las elecciones
conjuntamente con las autoridades locales, y puede incluir dentro de sus
funciones aspectos tales como la coordinación de la impresión de las papeletas,
la distribución de escaños y el anuncio de los resultados a nivel nacional.