La etapa de desarrollo es el segundo paso más importante de la adquisición de una tecnología nueva para aplicación electoral. Se ubica después de la evaluación de necesidades y del proceso de aprobación, cuyo resultado es la elección de un proveedor, pero va antes de las etapas de prueba y de instrumentación.
La dificultad del proceso de desarrollo depende de lo compleja que sea la tecnología que se va a instrumentar. Si la tecnología es estandarizada, esta etapa ya se habrá realizado en su mayoría. No obstante, muchas de las aplicaciones electorales que tiene la tecnología incluyen proyectos más que estandarizados. En algunos casos, los productos estandarizados tendrán que adaptarse o modificarse para que puedan desempeñar tareas distintas al propósito para el que fueron diseñados. En otros casos, los productos nuevos tendrán que diseñarse y construirse para satisfacer una necesidad electoral específica.
Generalmente, este proceso demanda que el organismo electoral trabaje con los proveedores de los productos o servicios, para garantizar que se adecuan al propósito para el que se necesitan. Para los productos estandarizados puede ser un proceso corto, y uno largo cuando el producto se tiene que diseñar o manufacturar especialmente para las necesidades del organismo electoral.
Prerrequisitos para el desarrollo del proyecto
Al comenzar el proceso de creación, ya se deberían haber realizado los siguientes pasos:
- Identificar la necesidad de una tecnología nueva;
- Determinar que la tecnología elegida sea asequible;
- Establecer si la tecnología es alcanzable y adecuada para las necesidades locales;
- Aceptación del caso de negocio por parte de las autoridades y aprobación de los grupos de interés internos y externos;
- Contar con el financiamiento necesario para el tiempo que el proyecto funcione;
- Enmiendas a la legislación;
- Contar con un proyecto de administración detallado;
- Contar con especificaciones detalladas sobre la tecnología deseada;
- Elegir a los proveedores de la tecnología, siguiendo un proceso de selección adecuado y finalizar los contratos;
Cuando las especificaciones ya fueron estudiadas y se completaron rigurosamente, pueden usarse como planos y criterios de desarrollo para medir el grado de finalización del proyecto. Si las especificaciones son poco precisas o están incompletas, la etapa de desarrollo será más difícil.
Metodología para desarrollar el proyecto
El plan para administrar el proyecto establece los pasos necesarios para desarrollar la tecnología nueva. Estos pasos podrían incluir:
- El establecimiento del equipo técnico (que puede incluir especialistas externos o internos) para administrar el proyecto;
- Determinar el calendario;
- Acordar con los proveedores el itinerario de pagos, basándose en la conclusión de objetivos;
- Instalar mecanismos de vinculación con los proveedores, que podrían ser una estructura de reuniones regulares;
- Consultar con los usuarios para determinar sus necesidades y mantenerlos informados sobre los desarrollos -esto se puede lograr mediante la instalación de un grupo de usuarios.
- Comunicarse con los proveedores para garantizar que las especificaciones sean claras y entendibles;
- Proporcionar a los proveedores especificaciones más detalladas o corregidas, conforme avanza el desarrollo;
- Que el organismo electoral suministre personal a los proveedores para que trabajen en conjunto para el desarrollo;
- Dar retroalimentación a los proveedores sobre los prototipos, maquetas o diseño de los productos;
- Acordar la fecha de entrega de los productos o servicios con los proveedores, ya listos para ser probados, de forma que se garantice que se disponga de suficiente tiempo para probarlos, evaluarlos e instrumentarlos antes de que se use en la producción.
Al final de este proceso, los proveedores tendrían que haber suministrado un producto listo para probarse. Debería ser una versión final del producto, una que se le acerque, o un prototipo, lo que dependerá de la complejidad y originalidad del producto. En cualquier caso, el organismo electoral debería probar su producto para garantizar que se adecua al propósito previsto.