La administración de las bases de datos es otro elemento importante de la administración de los sistemas de cómputo. Las bases de datos tienen muchas aplicaciones para efectos electorales, por lo que su tamaño y complejidad debería administrarse de manera cuidadosa para maximizar su potencial.
Se deberían diseñar bases de datos efectivas y documentadas. A su vez, se deberían establecer y seguir los estándares como campos para los nombres y para las estructuras.
Idealmente, las bases de datos de los organismos electorales deberían estar integradas dentro de las aplicaciones que usa el organismo, de manera que sean capaces de intercambiar información. Esto contribuye a minimizar la posibilidad de que la información sea duplicada y que los datos sean lo más precisos que sea posible.
Generalmente, la estructura administrativa de la base de datos es un medio efectivo para aprobar y coordinar el diseño de la base, de garantizar que los estándares sean cumplidos y de que no se duplique la información de forma innecesaria.