Las medidas de seguridad pública son una parte integral de la estrategia de instrumentación de cualquier tecnología electoral que afecte al público. Estas medidas son otro medio para disminuir los riegos que tiene la instrumentación de tecnología.
Se pueden aplicar una serie de estrategias para garantizar la confianza pública en la nueva tecnología electoral.
Campañas de información al electorado
Cuando se introduce una nueva tecnología electoral es importante que se incluya a los grupos de interés y que se obtenga su confianza en el nuevo sistema. Esto podría requerir de una campaña informativa a gran escala para informar al electorado sobre los cambios propuestos.
Antes de realizar la campaña informativa es recomendable que se utilicen métodos de investigación de mercado para probar las propuestas, con grupos de análisis o mediante muestras para sondear a la población. Los cambios más bruscos como la introducción de la votación electrónica o por internet, podrían estar sujetos al cuestionamiento público, como a comisiones de investigación o a comités parlamentarios. El cuestionamiento público es una buena oportunidad para evaluar la reacción mediante las propuestas que realice el público y por el interés que la conducción genere en los medios de comunicación.
Pruebas lógicas y precisas
Algunos segmentos del público demandan más que campañas de información pública para quedar satisfechos sobre la confiabilidad de la tecnología. Se debería convencer a estas personas (como candidatos electorales, partidos políticos y grupos de reforma electoral) de que la tecnología trabaja de forma efectiva.
Esta necesidad se puede satisfacer si se conducen pruebas lógicas y precisas para demostrar que la tecnología trabaja de acuerdo a las especificaciones y se publican los resultados.
Difusión del código
Otro medio para conseguir que los grupos de interés especiales queden satisfechos con la confiabilidad de la tecnología electoral, consiste en publicar el código que usan los programas de cómputo electorales para que puedan realizar análisis independientes. Esto permite que los grupos de interés que así lo deseen puedan verificar que código desempeñe las funciones previstas.
Cuando el código se publique de esta manera, se deberían establecer procedimientos para verificar que el código que se use en la práctica sea el mismo que se publicó. Esto se puede lograr si se ponen copias del código bajo el resguardo de autoridades independientes, para que comparen las copias con las que usa el organismo electoral y compruebe que el código sea el mismo.
No es muy común que el código se publique y generalmente sólo se contempla cuando el sistema que se usa es muy delicado, como lo son los sistemas de votación y escrutinio electrónico.
Se debería tener precaución cuando se publica el código, ya que su disponibilidad podría dejar expuestas las debilidades que se pueden explotar.